La abogada y representante de la Asociación Libre de Abogados Lorena Ruiz-Huertas García de Viedma habló hoy, en los IX Cursos de Verano Universitarios de Torres de la Universidad de Jaén (UJA), del “efecto reparador” que supone para la sociedad y para los familiares de las víctimas de las comisiones de la Verdad.
Lorena Ruiz-Huertas participó, junto con el abogado y miembro de la Asociación Española de Derecho Internacional de los Derechos Humanos Jorge Rodríguez Rodríguez en un taller, donde plateó un ejercicio práctico al alumnado asistente al curso ‘La justicia transicional: ¿una solución para las víctimas?’, después de que éste se impregnase durante dos días de las teorías de las comisiones de la Verdad. Concretamente, el alumnado trabajó sobre el caso del asesinato de Enrique Ruano, en 1969, un estudiante de Derecho y militante antifranquista español, que murió en circunstancias no esclarecidas mientras se encontraba bajo custodia de la Brigada Político Social, la policía política del régimen franquista.
Ruiz-Huertas comentó que con el taller se pretende que el alumnado reflexione “si hubiese sido interesante estas comisiones de la Verdad en España, en el tema de los crímenes del Franquismo, para conocer la verdad”. “Esa diferencia entre la reparación que produce un procedimiento judicial penal y las consecuencias diferentes que tienen las comisiones de la Verdad, en cuanto al conocimiento de lo que sucedió, produce de efectos reparador en la sociedad”, dijo.
La Comisión de la Verdad tiene la característica que está compuesta por personas independientes, que no pertenecen necesariamente a los poderes del Estado y están más cercanas a la sociedad civil, cuyo objetivo es conocer la verdad y no tiene consecuencias jurídicas. “Son comisiones de investigación sobre la verdad de lo que sucedió, porque muchas veces es necesario en una sociedad, para poder pasar página y cerrar las heridas, conocer qué pasó”. En el caso concreto de Enrique Ruano, los familiares nunca supieron que sucedió, son todo puras especulaciones, “pero con una comisión de verdad esto no sucede, aunque no tenga consecuencias jurídicas o penales para los criminalmente responsables, el conocimiento de la verdad tiene un efecto reparador para la sociedad y para las víctimas”.
Para Lorena Ruiz-Huertas, ambas vías (Justicia y Comisión de la Verdad) son necesarias y complementarias entre sí. “Lamentablemente, los tribunales no siempre producen el efecto que cabría esperarse, de reparador de cara a las víctimas, porque tienen unas características diferentes. Los procesos penales están regidos por otros tipos de garantías procesales, como la presunción de inocencia, el derecho a no declarar contra uno mismo… Aunque esto son también conquistas de los estados modernos. Pero tiene otra serie de consecuencias que pueden ser corregidas o paliadas por las comisiones de la Verdad”, subrayó.
Los cursos están organizados por la Universidad de Jaén, la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR), el Ayuntamiento de Torres, el Consejo Consultivo de Andalucía y la propia UJA, y cuentan con la colaboración de la Diputación de Jaén. El curso ‘La justicia transicional: ¿una solución para las víctimas?’ estará coordinado por el presidente de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR) Baltasar Garzón y Juan Manuel de Faramiñán Gilbert, catedrático de Derecho Internacional de la UJA.
La justicia de transición es el conjunto de mecanismos y procedimientos que propician la búsqueda de los antecedentes y la identificación de los hechos; el enjuiciamiento de las personas; la búsqueda de la verdad; la reparación de las víctimas, bien judicial o extrajudicialmente; la reforma institucional y las garantías de no repetición. De la mano de varios expertos en procesos de justicia transicional de diferentes países, el curso pretende acercarse a este conjunto de mecanismos y procedimientos, analizando retos y dificultades, y observando experiencias previas en países de América Latina.
Autor: Gabinete de Comunicación de la UJA (C.Q.R.)