Alejandro Jiménez, en su despacho.
El profesor del Área de Historia Antigua de la Universidad de Jaén, el doctor Alejandro Jiménez, dirige al equipo que actualmente realiza trabajos de investigación en un grupo de tumbas de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en Asuán. Este año, los trabajos desarrollados durante seis semanas, en lo que ha sido su quinta campaña de excavaciones, han constatado la complejidad de la estructura de las tumbas.
- Pregunta: ¿Se han alcanzado los objetivos propuestos para este año?
- Respuesta: Los hemos superado, porque de hecho, hemos ampliado nuestro conocimiento sobre cómo estaban estructuradas las tumbas, con alguna que otra sorpresa que desvelaremos el próximo año.
- P: ¿Qué balance haces de esta quinta campaña?
- R: La excavación está prácticamente terminada, salvo la zona donde se enterraron los personajes más importantes de la familia, donde probablemente esté el gobernador, también su esposa y quizás algún que otro miembro muy cercano a él. Nos queda por saber si los ladrones de tumbas de la antigüedad llegaron hasta allí. Lo que sí parece claro es que el pozo que conduce a donde se enterró a este gobernador fue abierto en la antigüedad y esperamos que haya alguna sorpresa de época posterior que nada tenga que ver con este personaje.
- P: ¿Qué se siente como investigador al trabajar en Egipto?
- R: Muchas veces te tienes que pellizcar para comprobar que no es un sueño. Por ejemplo, cuando descubrimos una cámara intacta, te sientes un privilegiado, porque cuando la abres ves algo que no ha visto la luz en más de dos mil o tres mil años. Es un privilegio estudiar algo que nadie ha tenido la oportunidad de investigarlo anteriormente, así como trabajar con material inédito y poder construir la historia a partir de datos novedosos. Y también está la responsabilidad que te inunda para hacerlo lo mejor posible y que el estado de conservación se mantenga.
- P: ¿En qué se parecen los trabajos que iniciasteis en 2008 con los actuales?
- R: Esperábamos excavar una tumba de tamaño mediano, pero lo que no esperábamos es que se convirtiera en la más grande de Qubbet el-Hawa. Es mucho más importante de lo que pensábamos, tiene una mayor complejidad y creíamos que íbamos a encontrar a dos personas enterradas, al dueño y a su esposa. En cambio, ahora calculamos que como mínimo, por lo que sabemos hasta ahora, fueron enterradas 10 personas.
- P: ¿Qué importancia tiene la necrópolis de Qubbet el-Hawa?
- R: Las tumbas de Asuán tienen una gran importancia, porque fueron ocupadas por unos nobles que no solo fueron importantes por ser los gobernadores de una provincia de Egipto, sino porque se encargaban de controlar el comercio y el paso de la frontera sur del país. Es decir, no sólo tenían atribuciones de gobierno interior del control de una provincia, sino que también en relaciones diplomáticas con el sur, parte del desierto Oriental y todo el comercio que proveniente de áfrica. Fueron personas realmente importantes. De hecho, uno de los gobernadores que precedió al que construyó la tumba que estamos excavando se llegó a casar con una hermana de un rey, hecho excepcional en el antiguo Egipto.
- P: ¿Por dónde van a discurrir las líneas de trabajo del proyecto?
- R: Nuestra idea es seguir excavando lo que ya se conoce. Uno de los grandes problemas de la egiptología es que se descubrieron muchas tumbas en el siglo XIX y principios del XX que no se terminaron de excavar. Nuestra idea es que en lugar de abrir nuevas áreas de excavación, terminemos de conocer lo que se ha empezado y por lo tanto continuar excavando en otras tumbas que incluso ya están abiertas al público en Asuán.
- P: ¿Qué relación mantenéis con las autoridades egipcias y con los habitantes de la zona?
- R: La relación es envidiable. Creemos en el mismo modo de trabajo y de alguna forma consideramos y coincidimos en los pasos que hay que seguir, no sólo en el trabajo de investigación, sino también en su puesta en valor para colocarlo como uno de los más atractivos del alto Egipto.
- P: ¿Qué sería de Asuán sin las investigaciones que se desarrollan?
- R: El problema es que, desgraciadamente, el Servicio de Antigüedades no tiene dinero ni para retirar la arena que el desierto deja continuamente ante las puertas de las tumbas. Desgraciadamente, los únicos que invertimos allí somos los proyectos de investigación extranjeros, pero no porque el gobierno egipcio no quiera investigar, sino porque, como he dicho, no tiene dinero para ello.
- P: ¿Qué objetivos se marca para el futuro el proyecto Qubbet el-Hawa?
- R: Seguir formando a investigadores, tanto españoles como egipcios. Este año hemos tenido la suerte de contar con jóvenes inspectores que no tenían experiencia de campo y los hemos estado formando. Así, de esta forma, le devolvemos el favor a los egipcios, que nos permiten investigar su patrimonio formando a arqueólogos con nuestras técnicas y conocimientos. Y seguir formando a investigadores de tercer ciclo, consiguiendo que puedan publicar sus tesis con material inédito. En definitiva, formar estudiantes, descubrir la historia y poner en valor la investigación.
- P: ¿Incidirá el futuro del país en vuestro trabajo?
- R: Espero que no. Espero que Egipto sepa resolver sus problemas, que sepan ceder todas las fuerzas y que la democracia vaya tomando poco a poco la suficiente fortaleza como para que se vaya imponiendo a quienes quieren romperla. Egipto está en una situación difícil, pero otros países han pasado por situaciones difíciles y la han sabido afrontar con responsabilidad.
- P: ¿Qué sería de Alejandro Jiménez sin Asuán, sin Egipto?
- R: Desde el punto de vista personal, no tendría el crecimiento personal, la madurez o vivencias que estoy teniendo. Desde el punto de vista científico, me hubiese volcado más en la Filología que en la Historia y seguiría trabajando con aspectos relacionados con el antiguo Egipto, pero desde una perspectiva más alejada de la que te da el trabajo de campo, aunque probablemente mis conclusiones estarían más alejadas de la realidad. Porque hay que estar en el yacimiento para realmente comprender mejor el material con el que estás trabajando.
- P: ¿Cuántos años le quedan al proyecto Qubbet el-Hawa?
- R: Espero que muchísimos, aunque yo necesitaré tomarme unas vacaciones dentro de unos años, porque esto cansa mucho emocionalmente y fatiga mucho mental y físicamente. Pero me tomaré las vacaciones cuando pueda dejar a una persona que me sustituya, con la formación y la experiencia adecuada, y por supuesto, que sea de la Universidad de Jaén.
- P: ¿Qué opinión te merece la situación actual por la que atraviesa la investigación en España?
- R: España no tiene futuro sin Ciencia y espero que los ajustes que se han realizado sirvan para que en el futuro se pueda volver a invertir en investigación y que de esta manera creemos valor añadido para nuestra sociedad.
Autor: Gabinete de Comunicación UJA (F.R.R.).