Luis Ruiz Valenzuela prepara el dispositivo de seguimiento.

La primavera de 2013 es la estación que más altos niveles de polen ha soportado en más de veinte años. Así lo corrobora el dispositivo de seguimiento que la Universidad de Jaén tiene instalado desde 1993 sobre el tejado de uno de sus edificios. El investigador Luis Ruiz Valenzuela es el responsable del mismo y dos veces a la semana extrae las muestras que el artefacto absorbe del aire durante todos los días del año para estudiarlas en el laboratorio. Los datos obtenidos reflejan que este año la naturaleza ha batido su propio récord en cuanto a polinización, y se ha registrado un total de cerca de 120.000 granos acumulados por metro cúbico de aire.

“El invierno y el otoño han sido muy benignos en cuanto a pluviometría, por lo tanto ha habido mucha floración y especies como el olivo y las gramíneas han obtenido niveles excepcionalmente altos”, destaca. El pasado 13 de mayo fue el día en que se consiguieron niveles más altos de polen de olivo, con un volumen de más de 16.000 granos por metro cúbico de aire. Este volumen resulta alarmante si tenemos en cuenta que es a partir de los 500 granos cuando puede afectar a las vías respiratorias. En lo que va de año el polen procedente del olivo ha alcanzado más de 90.000 granos. El polen de las gramíneas, que suele desarrollarse en paralelo al del olivar, alcanzó su punto más alto el pasado 10 de mayo y lleva un total de más de 4.000 granos. Y es que mayo es el mes con mejores condiciones para la floración.

Ambos tipos de polen (del olivo y de las gramíneas) sitúan a Jaén como una de las regiones geográficas con mayor índice de polen alergénico en el mundo. No obstante, y tal como reflejan las muestras recogidas por la estación de seguimiento de la UJA, hay otros tipos de polen que también acechan a los ciudadanos jiennenses. “Este es el caso del polen del ciprés, una planta que florece en invierno y que en febrero tiene su máxima incidencia”, destaca Luis Ruiz Valenzuela. En lo que va de año el polen de esta planta ha superado los 6.000 granos por metro cúbico.

En marzo es también cuando florece una de las plantas con polen más alergénico: el Plátano de sombra, un árbol muy utilizado como elemento ornamental y que tiene un período muy corto de floración, de diez o doce días. Su polen llegó al volumen más alto (815 granos) el 29 de marzo y en total alcanzó poco más de 3.000 granos de volumen. Con la llegada de la primavera hay otros árboles que también consiguen niveles de polen destacables como los pinos, los robles, las encinas…

“La estación de seguimiento de la UJA consiste en un dispositivo que succiona un volumen de aire semejante al que toma una persona y lo proyecta en una superficie impregnada con una sustancia adhesiva donde quedan atrapadas todas las partículas que están contenidas en el aire”, señala el investigador. Esta sustancia adhesiva va montada sobre un tambor que tiene incorporado un mecanismo de relojería para ir girando poco a poco, el dispositivo tiene una autonomía de una semana. Esta cinta adhesiva es la que los científicos de la UJA estudian en el laboratorio para saber el volumen y los tipos de polen que abundan en Jaén.

¿Qué es el polen y por qué produce reacciones alérgicas?

“La polinización es un proceso netamente natural y la supervivencia de las plantas depende de ello”, explica Luir Ruiz Valenzuela. Los granos de polen son las células masculinas que las plantas liberan para fecundar las flores y generar frutos. Son como los espermatozoides en los mamíferos pero no tienen movilidad, así que dependen del viento o de los animales voladores para llegar a su destino. Estas células se rodean de una capsula muy resistente que les ayuda a sobrevivir durante el proceso de transporte aéreo y al llegar al órgano femenino de las flores liberan su contenido enzimático para permitir la fecundación del ovulo. Cuando los granos de polen llegan a las vías respiratorias humanas liberan su contenido y algunos sistemas inmunológicos los consideran como antígenos y activan sus defensas generando las ya conocidas reacciones alérgicas.

En este sentido, la polinización a pesar de poder tener efectos nefastos en la salud humana tiene efectos muy positivos en la cosecha de frutos. “Jaén es la capital mundial del aceite de oliva porque también es la capital mundial del polen de olivo”, culmina Luis Ruiz Valenzuela.

Autor: Gabinete de Comunicación (G.P.C.)

 

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