Ejemplar de agave muerto.

Investigadores del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Jaén han detectado la presencia del picudo negro, por primera vez, en una provincia del interior de Andalucía, en concreto en la de Jaén. Este coleóptero ha llegado procedente de zonas costeras del Este peninsular y supone una seria amenaza para el agave, una especie vegetal exótica con más de 500 años de antigüedad en España. No en vano, se ha constatado que este insecto ha acabado con ejemplares de pita en Jaén, poniendo en peligro su valor paisajístico y las connotaciones patrimoniales y culturales asociadas a dicha planta.

“El agave procede de América y se introdujo en torno al año 1500 en nuestro país. Su principal uso era la fabricación de cuerda de pita a partir de las fibras de sus hojas. Hoy en día constituye un recurso que se emplea como valor ornamental, por ejemplo, en parques y jardines o como seto en vías pecuarias y caminos, e incluso como elemento de protección en fincas. Por eso queremos destacar que el paisaje cultural y natural asociado al agave (Agave americana) en nuestro contexto geográfico va a desaparecer en poco tiempo si no se pone remedio a los daños que está causando la plaga de picudo negro”, explica Francisco José Guerrero Ruiz, catedrático de Ecología de la UJA y autor junto a los investigadores de la UJA Fernando Ortega González y Javier Jurado Pardeiro,  del artículo ‘Nuevas citas del picudo del agave en España: ¿Continúa su avance hacia el interior peninsular?’, publicado en la Revista Gaditana de Entomología. En el mismo, los investigadores señalan la necesidad de realizar estudios más amplios e intensivos para tener un conocimiento actual de la ocupación de la especie del picudo negro en el territorio nacional, así como que se lleven a cabo actuaciones que impliquen una lucha activa contra este escarabajo, de tal manera que se impida así su expansión, “permitiendo de este modo que generaciones futuras puedan seguir disfrutando de uno de los elementos característicos del paisaje del sur y este peninsular”, indica Francisco Guerrero.

 “La llegada del picudo negro a Jaén va asociada a una translocación relacionada con el transporte de animales o materiales, ya que el insecto apareció junto a un centro de equitación. Se trata de una especie que causa fuertes daños al agave, pero la administración no invierte por el momento en erradicar este coleóptero”, manifiesta Francisco Guerrero. El motivo de esta falta de acción radica en la consideración del agave como especie invasora (Real Decreto 630/2013 de 2 de agosto), cuestión que ha creado un amplio debate en el ámbito científico. En este sentido, los investigadores de la UJA apuestan por un estudio en profundidad del verdadero nivel invasor de esta especie, así como la inclusión del valor patrimonial a la hora de apostar por su conservación, dado que es una especie que se ha adaptado adecuadamente a lo largo de los siglos.

Precisamente, el catedrático de Ecología de la UJA forma parte, junto con Fernando Ortega González, Javier Jurado Pardeiro y Nayla Fuster González, del grupo de investigación que se encargará de desarrollar el proyecto ‘Estudio de los agaves en la provincia de Jaén: patrimonio natural y cultural de un género amenazado’, recientemente reconocido por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación Provincial de Jaén para recibir financiación en una convocatoria de ayudas a investigaciones en el área de conocimiento de Ciencias Naturales y Tecnología.

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Gabinete de Comunicación de la UJA.