El deportista Martín Ramírez Sanz forma parte de la primera generación de estudiantes del Grado en Medicina de la Universidad de Jaén (UJA) y tiene pensado compatibilizarlo con la práctica del Baloncesto. Ya forma parte del destacado grupo de estudiantes de la UJA del Programa de Apoyo a Deportistas de Alto Nivel (DAN). Es una de los estudiantes que cuenta con un claro perfil ‘Generación UJA’, en el que se valora la formación integral.

Pregunta. ¿Cómo surgió tu afición por el deporte del Baloncesto y por qué decidiste dedicarte profesionalmente a él?

Respuesta. Pues la verdad, es que cuando estaba haciendo quinto de Primaria, se llevó a cabo un taller de baloncesto en mi colegio. Al principio no me interesaba mucho: me saltaba entrenos, me quedaba quieto y prefería incluso jugar al fútbol. Eso continuó hasta que un día vino un entrenador de la escuela del UCAM Club de Baloncesto, y me invitó a asistir a unos entrenamientos del equipo mini basket de dicho Club. Entonces allá que fui. Me acuerdo que en el primer entrenamiento corrí más que en todos los años de Primaria que llevaba, pero aún así, me gustó, y el entrenador del equipo le dijo a mis padres que me trajesen más días. Una vez acabado el plazo de prueba, me dijeron que había entrado en el equipo. Desde entonces, mi afición por el baloncesto no ha hecho nada más que crecer.

P. En la Universidad de Jaén te acogiste al Programa de Apoyo a Deportistas de Alto Nivel (DAN), ¿cuál está siendo tu experiencia?

R. Sí, y la verdad es que está siendo bastante producente. Ahora estaba barajando la posibilidad de una beca, y antes, obtuve la tarjeta deportiva de forma gratuita, lo que me da acceso a todos los servicios deportivos disponibles de la universidad.

P. ¿Qué tipo de apoyo te ofrece la Universidad de Jaén para continuar con su actividad deportiva y académica?

R. Ahora estaba barajando la posibilidad de una beca, y antes, obtuve la tarjeta deportiva de forma gratuita, lo que me da acceso a todos los servicios deportivos disponibles de la universidad.

P. ¿Qué mejorarías?

R. Tal vez, trataría de hacer más intuitivos los trámites y procedimientos a seguir para solicitar y obtener una beca deportiva.

P. ¿Cómo has compatibilizado los estudios con el deporte en estos años?

R. Bajo mi punto de vista, no ha sido muy difícil. El tiempo que le he dedicado al baloncesto se ha transformado, por decirlo de alguna manera, en la disciplina y dedicación que se necesitan para compaginar dos actividades formativas que requieren concentración y regularidad. De esta forma, cuando no estudio, entreno; cuando no entreno, estudio; y cuando no hago ninguna de las dos (que siendo honestos representa un pequeño porcentaje de la semana), descanso con mis amigos.

P. ¿La disciplina deportiva le ha servido para los estudios? ¿Es más difícil el deporte que el estudio?

R. Yo siempre he pensado y pensaré, que no hay nada imposible, ni difícil si una persona se lo propone. Por tanto, todo es cuestión de esforzarse y dedicarle su debido tiempo. Personalmente, los estudios suponen una carga mental importante, mientras que el baloncesto es otra carga, física y mental.

P. ¿Has tenido apoyo familiar?

R. Mi familia siempre ha estado al pie del cañón conmigo y el “basket”, como le llamamos. Mi madre, sobre todo, ha sido la que me ha acompañado a todos los torneos que ha podido y más. Mientras que, por otro lado, mi abuelo fue el que me inculcó los valores del deporte desde muy chico, así como mi padre.

P. ¿Dónde practicas tu deporte?

R. Actualmente, entreno cuatro días a la semana, tres de los cuales son en el complejo deportivo de La Salobreja. El día que queda entrenamos en el Pabellón Carlos Martínez Esteban, en las cercanías del parque del Bulevar.

P. ¿Cuáles son tus logros deportivos y cuáles son tus aspiraciones?

R. Hasta ahora, he sido lo suficientemente afortunado de participar en varios campeonatos de España, tanto de clubes como de selecciones autonómicas. En infantiles, jugando con el escudo del UCAM Murcia, quedamos octavos de España en el campeonato de clubes; mientras que en el de selecciones logramos mantenernos en el grupo especial (con las mejores selecciones). En cadete de primer año, protagonicé mi mejor temporada hasta el momento, promediando 17 puntos por partido, 10 rebotes y 3 asistencias. De hecho, llegué a estar en el quinteto ideal de un torneo que se disputó en Cartagena. En cadete de segundo año, participé otra vez en el campeonato de selecciones autonómicas, siendo el jugador más regular de mi equipo. En cadete de segundo no pudimos participar en el campeonato de España de clubes por el confinamiento, lo que todavía es una espinita clavada para mi. Y por último, el año pasado participé en el campeonato de clubes de España, obteniendo el doceavo puesto tras perder en octavos de final contra el Joventut de Badalona vigente campeón de dicho torneo nacional. En cuanto a la actualidad, mis objetivos son humildes: asentarme en el Jaén CB y llevar a cabo una buena temporada en liga EBA. Todo esto teniendo en cuenta que es mi primer año senior, la primera vez que cambio de club y que mi posición de juego ha mutado de pívot o ala-pívot, a escolta o alero, incluso base.

P. En el plano académico, ¿cuáles son tus proyectos?

R. Pienso que lo mejor es ir paso a paso, cuatrimestre a cuatrimestre. Intentando hacerlo lo mejor posible. Mi sueño sería acabar la carrera de Medicina con unas buenas notas y después hacer el MIR y acabar como patólogo, traumatólogo o médico deportivo.

P. ¿Queda tiempo para el ocio?

R. El ocio, al ser secundario, acaba dejándose un poco de lado, aunque siempre que puedo intento escaparme por ahí con mis amigos y pasar un buen rato. En cuanto a los videojuegos, estos los juego muy de vez en cuando, porque aunque son buenos para el desarrollo cerebral y cognitivo, distraen de las prioridades como son los estudios y el baloncesto.

P. En el futuro, ¿seguirás compatibilizando el Baloncesto con la Medicina?

R. Es una muy buena pregunta, siendo sincero, me encantaría, aunque si se me pone en una tesitura tendré que decantarme por la medicina, puesto que es lo que seguramente me dé de comer en un futuro; cosa de la que no puedo estar tan seguro del baloncesto.