Representación del auto sacramental, en la Catedral de Baeza.

El Vicerrectorado de Cultura de la Universidad de Jaén ha celebrado, en el marco de la celebración del Corpus Christi, la representación del auto sacramental 'El Maestrazgo del Tusón', compuesto en 1659 por Pedro Calderón de la Barca, a cargo de IN Vitro-Teatro de la UJA, en la S.I. Catedral de Baeza, con la colaboración del Ayuntamiento de Baeza.

Bajo la dirección de Pedro Jiménez, el grupo de teatro llevó a cabo este pasado jueves una puesta en escena impecable, caracterizada por el gran compromiso ético y estético que supone el reto de adaptar un texto dramático clásico y, particularmente, un auto sacramental. Sin duda, In Vitro-Teatro de la UJA puso en escena esta obra, repleta de contenido teológico e histórico, de una forma valiente y contemporánea, atendiendo a la poderosa fuerza dramática intrínseca a la tradición teatral clásica y, en particular, al género del auto sacramental, poco transitado actualmente por las compañías teatrales.

Cabe destacar, al final de la representación —gracias a Francisco Juan Martínez Rojas, deán de las catedrales de Jaén y de Baeza—, la aparición en escena de la Custodia de la Catedral de Baeza, de principios del siglo XVIII, sobre la que se derramó una petalada.

Sobre los autos sacramentales:

Desde la Edad Media, en el marco de las celebraciones del Corpus Christi, se fueron desarrollando algunas fiestas que adquirieron un gran protagonismo entre los siglos XVI y XVIII. Juegos de cañas, toros, castillos de pólvora o luminarias no faltaban en estas celebraciones, completando el rico aparato efímero de altares, arcos de triunfo, etc., erigidos para la procesión del Sacramento en la custodia.

En este contexto destacaron los autos sacramentales, obras de teatro sacro con las que explicaba al pueblo contenidos teológicos, especialmente relacionados con la Eucaristía, y en los que se empleaban ricas escenografías tanto en espacios fijos como en carros móviles.

Los autos sacramentales fueron prohibidos en 1765, al igual que otros elementos de carácter popular como las tarascas, gigantes y cabezudos, que participaban también en la procesión del Corpus. Fue en el siglo XX, de la mano de algunos de los miembros de la Generación del 27, cuando se empezaron a recuperar y escritores como Miguel Hernández compusieron en este género. 

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Vicerrectorado de Cultura
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