La Vicerrectora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Universidad de Jaén, Esther López Zafra, el Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Felipe López, y la vicedecana del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, Rocío Cobo, han inaugurado este jueves en la UJA una jornada de análisis sobre la Ley del Menor, desde el punto de vista de la intervención psicológica.

El objetivo de esta jornada ha sido dar a conocer dicha ley a los profesionales, así como el tipo de medidas sancionadoras-educativas en el ámbito de los menores infractores. Asimismo, se ha analizado el rol del psicólogo en el juzgado y sus funciones con menores infractores, aportando para ello los conocimientos de diversos profesionales relacionados con el ámbito judicial con el fin de reflexionar y extraer conclusiones sobre la prevención y las responsabilidades de la delincuencia juvenil.

“Estas jornadas surgen de la necesidad de ofrecer a la sociedad una respuesta desde distintas perspectivas del conocimiento, porque aunque se habla de ella no se conocen todas las medidas que se están llevando a cabo en prevención, en donde desde el ámbito de la Psicología debemos ir de la mano con el Derecho y otras disciplinas”, explicaba Esther López Zafra. “Además, dentro de la Universidad de Jaén existe una gran tradición de estudios que abordan este problema y entendemos que es el entorno propicio en el que debemos dar este conocimiento a los profesionales, motivo por el cual tenemos una importante colaboración con el Colegio de Psicólogos”, apuntó la Vicerrectora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la UJA.


Por su parte, el delegado del Gobierno ha apostado por la necesaria resocialización y educación de los menores infractores. El delegado ha recordado que en 2004 Justicia asumió la competencia de ejecución de las medias judiciales contempladas en la Ley de Responsabilidad Penal del Menor (Ley Orgánica 5/2000). Felipe López ha señalado que además del carácter punitivo que deben tener las medidas, “deben estar orientadas a la reinserción, la resocialización y la educación del menor, porque lo que se pretende es la recuperación del ciudadano”. “Lo que pretendemos es que su paso por el sistema penal no se convierta en una rémora para toda su vida. Se trata de que sea una oportunidad para que el error cometido acabe aprovechándolo como una experiencia que le dé la oportunidad de ser recuperado como individuo y como miembro activo de la sociedad”, ha afirmado el delegado.

Asimismo, ha destacado el papel que realizan los profesionales que trabajan en los diferentes recursos como el Centro de Menores de Las Lagunillas, de la Fundación Diagrama, o la Fundación Proyecto Don Bosco, entre otros, que “con la mayor profesionalidad y el mayor rigor logran que ese paso por la institución al final se convierta en la oportunidad que queremos”, ha comentado. Finalmente, también ha puesto de manifiesto la necesidad de que la sociedad se implique en la reinserción del menor, de forma que se evite la reincidencia.