Fernando Cobo. Foto: Raúl Carmona

 

05/10/2012.- Fernando Cobo Lara es lo que se podría llamar un “ejemplo de movilidad internacional” y no sólo porque haya permanecido cerca de tres años en estancias en el extranjero (Austria, Estados Unidos y Taiwán), sino por el magnífico aprovechamiento que ha realizado de esta oportunidad que le brindó la Universidad de Jaén.

Este ubetense de 25 años, ingeniero en Telecomunicaciones e ingeniero técnico en Telemática por la Escuela Politécnica Superior de Linares de la Universidad de Jaén, trabaja ahora en Austria, “pero no porque la situación económica de España me obligue a ello, ya que podría trabajar perfectamente aquí con mi currículum”, sino porque considera que todavía no le ha llegado la etapa de asentarse en España y aún puede aprovechar su estancia en otros países, para perfeccionar su inglés, aprender otros idiomas como el alemán y establecer vínculos saludables de amistad con otras personas de diferentes países.

No tiene antecedentes viajeros familiares. De hecho, sus padres apenas han salido de España, pero sí que ha heredado su tesón de su familia, que ha formado parte de su actitud durante el desarrollo de los programas de movilidad internacional de la Universidad de Jaén, de los que se han beneficiado.

Gabinete de Comunicación (GC): ¿Cómo ha sido tu periplo de movilidad internacional con la Universidad de Jaén?

Fernando Cobo (FC): He estado cuatro veces de estancia en el extranjero. La primera fue en Austria (Upper Austria University of Applied Sciences), en Linz, con una Beca Erasmus, durante un año. Allí realicé el proyecto fin de carrera de la Ingeniería Técnica en Telemática. Durante ese verano, cuando terminé mi Erasmus, me quedé en Austria y trabajé para un prototipo de una planta de BMW en Steyr. Para localizar los componentes de los coches desarrollé un simulador gráfico. Estuve 3 meses y cuando me vine a España, para hacer la ingeniería superior, estuve trabajando para BMW en mi tiempo libre. Esto me lo busqué por mi cuenta. Después me quedé un año en Jaén, haciendo la Superior y me fui a Estados Unidos (Northern Arizona University) con una beca de movilidad, donde realicé el proyecto fin de carrera. Volví y terminé los flecos de las asignaturas que me quedaban. Y luego, cuando tuve todos los créditos aprobados, pedí otra beca de movilidad internacional para Taiwán (Southern Taiwan University). Allí estuve un semestre e hice cursos extras de diseño de antenas para smartphone y también otro de chino. Luego realicé unas prácticas de empresa de Erasmus en Austria y estuve trabajando en el Instituto de Investigación Acústica de Viena, para reducir el ruido en señales de audio. En total, cerca de tres años de movilidad internacional.

G.C.: Cuando te matriculaste en la Universidad de Jaén, ¿tenías pensamiento de hacer uso de la movilidad internacional?

F.C.: No. En 2008, el profesor Sebastián Bruque me animó y, entonces, me picó la curiosidad. Cuando me fui a Austria me gustó bastante y me di cuenta de que una manera de mejorar el currículum era seguir con la movilidad.

G.C.: ¿Qué te aportó la movilidad internacional?

F.C.: Un ámbito internacional y que, sabiendo inglés, las oportunidades de trabajo eran mucho mejores. Aparte, desde que me fui, sobre todo en el segundo cuatrimestre en Austria, me rodeé de austriacos y me empezó a gustar tener amigos extranjeros. Por eso, cuando me fui a Estados Unidos lo hice solo y me rodeé de personas no hispanas. Así, me tiré prácticamente un año, sin hablar en español. Sólo lo hacía cuando hablaba con mis padres por skype. Y fue lo mejor que pude hacer. En Taiwán era el único español en el sur del país y allí me apunté a cursos de chino. Normalmente, el error de los Erasmus es que se juntan españoles en los países extranjeros durante un año entero y no hablan ningún idioma, salvo el español.

G.C.: Y ahora, una vez finalizadas las dos titulaciones, ¿cuál es tu perspectiva laboral?

F.C.: Ya estoy trabajando en Austria. Hice unas 25 entrevistas de trabajo, porque cada vez que veían en mi currículum mis estancias en el extranjero me llamaban.

G.C.: ¿Qué ventajas encuentras allí?

F.C.: Normalmente, las empresas insertan a estudiantes en edad temprana. Les ayudan a realizar los proyectos fin de carrera, con prácticas. Una forma de entrar en el mercado laboral es a través de prácticas en empresas. Si un alumno es bueno, suele quedarse en las empresas.


Fernando Cobo Lara, esta semana en la UJA. Foto: Raúl Carmona

Fernando Cobo Lara, esta semana en la UJA. Foto: Raúl Carmona

G.C.: ¿Cómo es la empresa en la que trabajas en Austria?

F.C.: Antes de terminar la carrera ya tenía el contrato firmado. Es una multinacional alemana que trabaja en el diseño de radares de coches y el trabajo lo desarrollo todo en inglés, aunque me dan opción a aprender alemán. Tienen centros de producción en Asia y gracias a que he estado en Taiwán me contrataron. La oferta de empleo se adecuaba a mi perfil profesional.

G.C.: ¿Tienes pensado quedarte en Austria?

F.C.: Mi idea es quedarme cuatro o cinco años en Austria; aprender un tercer idioma, el alemán, y si la situación mejorarse en España, regresar aquí. La razón por la que estoy allí no es por la crisis económica, ya que con mi currículum podría encontrar trabajo. Me voy porque, tras mis experiencias internacionales, quiero seguir en este ambiente, porque me gusta. Si acabo quemado en este trabajo, después de cuatro años, tal vez haga un doctorado en algún país escandinavo, incluso podría aprender una cuarta lengua.

G.C.: Tu familia, que vive en Úbeda, ¿qué opina de tu vena viajera?

F.C: Primero no le hacía gracia, pero después de todo lo que han visto, ahora se alegra. Mis padres quieren ir a visitarme a Austria, aunque tienen un poco de miedo a viajar. (…) Pero la verdad es que me alegro de haber hecho movilidad internacional. Cuando me hacían las entrevistas de trabajo, me preguntaban cómo había podido hacer tantas estancias en el extranjero, cómo podía pagármelas. Les decía que tenía un buen expediente y que la Universidad de Jaén me había becado. En el currículum, a la hora de la entrevista, no miran la duración de carrera, sino tu nivel de idiomas y lo que has hecho, la experiencia laboral.

G.C.: Las becas de movilidad, por lo tanto, han sido fundamentales para ti.

F.:C. Las becas de movilidad han cambiado el currículum. Modifiqué mi forma de trabajo en Estados Unidos. Me levantaba a las nueve de la mañana y me acostaba a la una de madrugada estudiando y trabajando. Era por la motivación que tenía, porque era caro vivir allí y porque tenía la oportunidad de ser alguien. A partir de ahí, me volví muy competitivo. Mi media de expediente era de 7 cuando estudiaba ingeniería telemática y ahora es de 8,25. Me volví más eficiente y me motivé. (…) La movilidad internacional es un distintivo de esta Universidad. La facilidad es tremenda. Una estancia en el extranjero es bastante cara. La Universidad de Jaén, una de las mejores cosas que tiene, es la ayuda que da a la movilidad. Y eso es un distinto de esta Universidad. Aquí todo son facilidades para convalidad asignaturas. La Universidad de Jaén hizo una buena apuesta y, ya digo, es la movilidad internacional un distintivo de ella.

G.C.: Fuiste a un país asiático, Taiwan, con una cultura muy diferentes a la tuya. En tu estancia allí, ¿te quedaba tiempo para el ocio y para relacionarte con la gente?

F.:C.: Taiwan ha sido el país que más te ha gustado, por la cultura. Los fines de semana salía, viajaba. En Taiwan, como me fui de España con pocas asignaturas, me matriculé en cursos, viajaba e hice muchos amigos. Me juntaba con taiwaneses, austriacos, croatas… No había ningún español allí. Mis mejores amigos ahora no son españoles.

G.C.: Ahora se anuncia que la cuantía de las Becas Erasmus va a disminuir. ¿Piensas que estos recortes perjudicarán la movilidad internacional y, por lo tanto, al currículum del alumnado?

F.C.: Hay dos tipos de estudiantes Erasmus. Los que aprovechan las becas, mejoran el currículum y cuando regresan aquí participan en el programa Buddy (de integración y ayuda a estudiantes extranjeros que vienen a la UJA), y otros que van a hacer limpia de asignaturas y a pasárselo bien. Está demostrado que es más importante la experiencia de movilidad, las experiencias laborales que has tenido trabajando mientras estudiabas, que sacarte la carrera en tres o cuatro años. Los españoles tienden a juntarse, a hablar español y a que la movilidad internacional sea sólo para ese año que están fuera de España. Pero yo pienso que la movilidad empieza cuando te vas y tienes que seguir formándote, aprendiendo idiomas y juntándote con estudiantes extranjeros, una vez que regresas a España.

G.C.: Precisamente, Fernando Cobo fue elegido Mejor Alumno Buddy de la Universidad de Jaén hace dos años. Fernando, ¿qué consejos les puedes dar al alumnado que dude en irse a otros países?

F.C.: Aunque la cuantía sea menor, recomiendo a los estudiantes que la intenten hacer, al menos, una vez. Porque luego, por el currículum, se van a alegrar. Les recomiendo que inviertan en movilidad internacional, en vez de gastarse el dinero en otras cosas. Los países asiáticos son más baratos, por ejemplo. Que busquen destinos donde no haya ido nadie. Si son los primeros en ir a esos países, tienen más opciones de quedarse en una empresa, porque son españoles y porque hablan inglés.

G.C.: ¿Crees que es preocupante que nuestros jóvenes tengas que salir de España, para buscar un puesto de trabajo, con lo que ello puede repercutir en el país por la llamada “fuga de cerebros”?

F.C.: Cuando hablan de la generación mejor preparada, depende. A nivel de conocimientos están bien preparados, pero no tanto a nivel de idiomas. Yo creo que, al final, mucha de esa gente que salga del país en busca de trabajo volverá y con mejor conocimiento de idiomas. Es una oportunidad. Quiero ser positivo. Después de todo esto, para tenerlos aquí en España, sin trabajo, mejor que se vayan y regresen con mejores ideas y con más nivel de idiomas.

 

Autor: Gabinete de Comunicación de la UJA (C.Q.R.)

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