El grupo de Robótica, Automática y Visión por Computador de la Universidad de Jaén aplicará técnicas predictivas a la interacción entre los robots y las personas para conocer cómo influirá una decisión en el comportamiento futuro de las máquinas. Se trata de un proyecto de investigación de excelencia que la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa ha financiado con 227.784,68 euros.

El proyecto explora una de las líneas de investigación de la robótica actual: adaptar las máquinas a entornos más complejos y que requieren una mayor relación con las personas. Esta necesidad demanda robots dotados de sensores más sofisticados que sondeen el contexto para adaptarse a él.

En concreto, el grupo de la UJA se centrará en los sensores relacionados con la fuerza, es decir, aquellos en los que la máquina toca un objeto y aplica una fuerza sobre él. Hasta el momento, el control de este parámetro se realiza con un único sensor. Sin embargo, los investigadores pretenden utilizar varios dispositivos para recopilar más información. En concreto, se servirán de instrumentos para medir la fuerza, la aceleración, la posición y la visión. La conjugación de estos datos hará que el robot disponga de más información a la hora de controlar sus movimientos.

A esta novedad, que incluye multitud de sensores, los expertos suman el denominado control predictivo. Estas técnicas se basan en aplicar un modelo matemático para predecir qué ocurrirá si se toma una determinada decisión. La idea es recrear el escenario futuro que resulta tras esa elección. “Los robots aplicarán este modelo predictivo para conocer cuál será el comportamiento de una persona y de esta forma adoptar una decisión acorde a ese comportamiento. Así se mejora la relación hombre-máquina”, explica el coordinador del estudio, Juan Gómez Ortega.

En este sentido, los expertos sumarán a los sensores de fuerza las técnicas predictivas. Una conjunción que, según Juan Gómez, conlleva ventajas como la posibilidad de anticipación y, por tanto, el aumento de la efectividad. “Por ejemplo, cuando un brazo robótico dedicado a la asistencia a personas va a coger un elemento pesado, éste puede predecir cómo variará la capacidad de movimiento y en consecuencia actuar”, asevera el investigador y añade que las aplicaciones pueden ser múltiples, “desde robots que interactúan con personas, hasta aquellos que se podrían utilizar en aplicaciones industriales como, por ejemplo, en el ensamblaje de piezas de geometría variable”.

Fuente: InnovaPress.

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