Profesores del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén, coordinados por Ana García León, han iniciado un proyecto con la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil para establecer el perfil psicológico del consumidor y distribuidor de pornografía infantil. El objetivo es predecir a través del mismo la probabilidad que tienen estas personas de cometer abusos sexuales a menores.

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en colaboración con profesores del Departamento de Psicología de la UJA, ha decidido trabajar en el diseño de un perfil psicológico de los consumidores y distribuidores de pornografía infantil. Esta iniciativa se debe a que los pederastas suelen intercambiar información sobre cómo engañar a los padres de un niño, cómo intercambiar pornografía de forma privada y cómo evitar ser descubiertos. Los que tienen conocimientos sobre seguridad en Internet los comparten con los demás, de modo que cada vez son más difíciles de localizar, y al mismo tiempo los métodos de la policía son, también, cada vez más sofisticados. Además se ha tenido en cuenta que en estos últimos años se ha producido una disminución de la edad de consulta, lo que se relaciona, en algunos casos, con la adicción a Internet. El propósito de este estudio es detectar, de entre estas personas, aquellas que se pueden llegar a convertirse en abusadores de menores.

Trabajando en la UJA

El trabajo, que se lleva desarrollando un año, consiste en una serie de pruebas psicológicas, que en la primera fase se están aplicando en individuos que no tienen este tipo de conducta. Cuando comience a realizarse la segunda fase, las pruebas resultantes del estudio, serán administradas por el equipo de psicología de la Policía Judicial de la Guardia Civil y por los investigadores del Departamento de Psicología de la UJA.

“La primera fase ya está concluida y, en unos años, el sistema podrá estar funcionando en todo el país. A partir de ese momento, la Guardia Civil buscará el perfil diferencial o las características preintuitivas del pederasta”, comenta Ana García. “Los resultados obtenidos de este estudio no serán publicados por el momento, ya que podrían ser capturados por los posibles abusadores de menores y buscar la manera de falsear los resultados de las pruebas que les realice la Guardia Civil”, explica la investigadora.

“El objetivo final es permitir diferenciar, dentro de los consumidores y distribuidores de pornografía infantil, si hay distinciones entre los que sólo consultan las páginas y los que se van a transformar en pederastas; y, en el caso de que las haya, saber cuáles son, y tenerlas en cuenta”, comenta la profesora García León. Esta prueba será de gran ayuda para elaborar medidas preventivas entre las personas que cometen este tipo de delito, ya que en la actualidad no se sabe nada de ellos, concluye la psicóloga de la UJA.

Fuente: Andalucía Investiga

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