El Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Jaén, con la colaboración del Centro de Profesorado de Jaén, ha puesto en marcha las 'Jornadas de Homenaje a Miguel Hernández en su Centenario (1910-2010)', los días 21 y 22 de octubre, y que han sido coordinadas por el profesor de Filología Española de la UJA, Rafael Alarcón Sierra.

El plato fuerte de las mismas ha sido la presencia del prestigioso catedrático de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Alicante y comisario de la Comisión del Centenario de Miguel Hernández, José Carlos Rovira Soler, que habló del “Taller Literario de Miguel Hernández” y mostró algunos textos inéditos del poeta.

Rovira Soler, en este año del centenario de Miguel Hernández, considera que lo más importante es que el poeta, “está presente en toda la geografía española; en actos de dimensiones que van desde seminarios a conciertos, a grupos teatrales que están representándolo…y yo saludo y celebro que la Universidad de Jaén se haya sumado con fuerza a esa iniciativa”.

En estos días se ha inaugurado en la Biblioteca Nacional en Madrid una exposición de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, titulada 'Miguel Hernández. 1910-2010. La sombra vencida,' de la que es comisario José Carlos Rovira. Esta exposición recoge una selección de cerca de doscientas piezas -algunas inéditas-, entre manuscritos, cartas, fotografías, cuadros y objetos personales del autor.

Diario Digital: En estos meses de celebración de Centenario de Miguel Hernández, ¿está descubriendo nuevas facetas profesionales o personales del poeta?

José Carlos Rovira: He tenido la suerte de encontrarme con manuscritos inéditos de Miguel Hernández, que están en la exposición de Madrid. Son unas hojillas y es probable que fuera lo último que escribiera. Son cuentos infantiles para su hijo y lo bello es que en los cuentos, los personajes animales encierran metáforas de libertad. También he descubierto ese poder que tiene todavía Miguel Hernández de que se siga reflexionando sobre él. Me encuentro a gente joven en las jornadas con una nueva reflexión, que es de lo que se trata. Ésta es una época menos condicionada por las circunstancias históricas que Hernández vivió. Yo defino a Miguel Hernández sobre tres valores, que estoy redescubriendo este año: es un poeta universal; es necesario, como decía Antonio Buero Vallejo, compañero de cárcel y que tanto sufrió la muerte de su amigo, y es una poeta de la memoria.


José Carlos Rovira asegura que la obra de Miguel Hernández sigue teniendo vigencia y que “es uno de los poetas que ha pasado de siglo con fuerza”. A su juicio, el Centenario está demostrando que es un poeta popular, “como dice Jorge Guillén: en el más elevado sentido del término. Es un autor que ha creado grandes modelos literarios, grandes obras y que está presente en una reflexión universitaria, crítica, de historia de la Literatura y, al mismo tiempo, está presente en acontecimientos de conmemoración de nuestro pueblo”.

DG. Su obra consiguió salir de España

JCR. En la parte final de la exposición de Madrid están los documentos de la Censura, que fueron terribles. Intentaron por todos los medios que Miguel Hernández no volviera aparecer y procuraron prohibir sus obras. Sin embargo, no pudieron. Su obra se publicó en el mundo, por ejemplo en Argentina, y se difundió en España, aunque no existía posibilidad legal de difundirla. Sin embargo, hay documentos que lo demuestran. A partir de los años 70, Miguel Hernández tiene ediciones continuas de sus obras y es un autor muy leído en la dimensión de que sus ediciones se venden y se distribuyen. Está presenten en los circuitos escolares y creo que es un autor de gran difusión.

DG. En el año de su centenario, ¿está siendo respetada por todos la memoria de Miguel Hernández?

JCR. Hay posiciones para todo, pero creo que Miguel Hernández tiene, en estos momentos, un margen de respeto fuerte en nuestra sociedad. Sería suicida aquel que no se diera cuenta que hablamos de un poeta que, encima, muere antes de cumplir 32 años en la cárcel de Alicante, porque lo dejan morir. Sería irrespetuoso que alguien no se diera cuenta que ese drama nos sigue condicionando a todos, aunque no viviéramos esa época, pero somos herederos de ella.

Miguel Hernández tuvo una cierta vinculación con Jaén. Reflejó en uno de su poema la imagen que tenía de los jiennenses. En el poema “Andaluces de Jaén” hace una llamada a la defensa del territorio, “amenazado por al fascismo, por la guerra, de la forma más terrible. Es un canto a la resistencia, frente al fascismo”, subraya.

En 1937, recién casado con Josefina Manresa, se trasladó a Jaén, donde nació el primero de sus hijos. Es una época feliz, por su matrimonio, a la vez que triste por el inicio de la Guerra Civil Española. Su compromiso político es patente. Miguel Hernández participa en una serie de acontecimientos bélicos, como la toma del Santuario de la Virgen de la Cabeza. “Miguel Hernández es un poeta de actuaciones en los frentes de batalla, pero escribe, también. No es un poeta que esté fuera de la guerra, pero está fundamentalmente llevando iniciativas culturales en Jaén y posteriormente, pasó a Extremadura. Son años muy importantes para él”.

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