Arturo Ruiz y Manuel Molinos.

El director del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CAAI) de la Universidad de Jaén, Arturo Ruiz, ha presentado este viernes en la XI Feria de Turismo de Interior de Andalucía TIERRA ADENTRO los últimos trabajos arqueológicos desarrollados por su centro en el yacimiento de Puente Tablas y que sacaron a la luz un Palacio Ibero, el primer edificio aristocrático de estas características excavado en Andalucía.

El palacio del príncipe de Puente tablas es un edificio construido en el siglo V a.C. y que a lo largo del siglo IV y del III a.C. terminó de adquirir la estructura que se reconoce hoy. En realidad, cuando se desarrollen los trabajos futuros de investigación, se podrá concluir que el edificio excavado se incluye en un complejo palacial más grande al que se suman otros edificios. No obstante, el edificio excavado es el núcleo central de todo el complejo palacial.

La construcción tiene 400 metros cuadrados de planta con dos partes bien diferenciadas. La primera y más noble se ordena en torno a un patio, más o menos cuadrado y enlosado, en el que dos columnas privilegian al norte un espacio reservado, en tanto una serie de pilares separa la parte occidental y la oriental del edificio, que debieron tener funciones muy diferentes, públicas al oeste y privadas al este, donde seguramente existiría una segunda planta. Se trata de una división de ambientes frecuente en los edificios palaciales del Mediterráneo antiguo. Los visitantes accederían desde el sur del edificio a través de un vestíbulo enlosado y escalones que salvarían la diferencia de cota entre la puerta y el patio.

En la esquina noroeste del palacio un segundo patio constituiría un espacio de culto con una cela situada al fondo y en el que un betilo marcaría el acceso directamente desde la calle, si bien se conectaba por el interior con el resto del edificio. Un sistema de canales realizados con piedra, por último, haría circular el agua por el interior de la casa hacia un pequeño aljibe y hacia el exterior. Por el sureste se adosaba al edificio central un segundo cuerpo rectangular conformado, al menos para la fase más tardía del III a.C, por tres naves que se cerraban ante un potente muro exterior. Este segundo cuerpo parece que atendería las funciones relacionadas con los servicios al palacio. Así se hace notar por la presencia de silos, cubetas, hornos, canales de agua, etc. De este modo, el edificio palacial se configuraría en una planta con forma de ele.


Vista aérea del conjunto.

Vista aérea del conjunto.

El edificio se levantó sobre cimentación de piedra con tapial y adobe y entre los hallazgos documentados en el proceso de excavación se ha constatado que el uso del yeso y la cal fue habitual en las paredes, del mismo modo que los restos de estuco rojo destacarían el cuidado seguido en el tratamiento de sus superficies. Los enlosados y la pintura en rojo constituyeron por otra parte el tratamiento habitual de los suelos.

Arturo Ruiz ha señalado que aunque de por sí el oppidum es importante por “tener una de las mejores fortificaciones iberas que se conocen”, con el descubrimiento de este palacio “se da un salto cualitativo en lo que se refiere al conocimiento de la vida ibera”. Asimismo, ha señalado que “enriquece aún más la imagen de Jaén como referencia de la investigación de la cultura ibérica y aumenta, con un inmueble extraordinario, el ya rico patrimonio ibérico de estas tierras”.

Las excavaciones realizadas por el CAAI en Puente Tablas se engloban en el Plan de Turismo ‘Viaje al Tiempo de los Iberos’ que desarrollan la Diputación Provincial y la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía, concretamente en el marco de un convenio entre la Diputación de Jaén, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Universidad de Jaén. La investigación se realiza bajo la dirección coordinada de Arturo Ruiz, Manuel Molinos y Carmen Rueda, con la participación además de investigadores de postgrado y un grupo de estudiantes de Historia del Arte que se especializan en Arqueología.

Autor: Gabinete de Comunicación de la UJA. F.R.R.

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