Julián Blanco, del Centro de Investigaciones Energética, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), de Almería, fue el encargado de impartir la conferencia inaugural del curso “Arquitectura y desarrollo sostenible. Verdades y falsedades de un concepto”. Lo hizo planteando las necesidades de crear un nuevo modelo arquitectónico que interrumpa el paradigma de desarrollo desenfrenado que ha imperado hasta la actualidad y plantee un escenario mucho más sostenible.

“En los años del boom de la construcción han primado la producción, el beneficio económico, sin pensar en el futuro y, lo más importante, en los destinatarios de las viviendas: las personas”, declaró Blanco. En este sentido, señaló que todos aquellos implicados en este proceso deben pensar “no sólo qué se construye, sino en cómo y por qué”.

Julián Blanco apuntó en su intervención que la crisis, aunque nefasta para el sector, debe constituir un punto de inflexión. “Es el momento de que arquitectos y demás agentes de la construcción se planteen la necesidad de innovar”, aseveró. Así, confió en que “cuando la situación se normalice”, las nuevas viviendas y edificios serán mucho “más amigables con las personas y con el entorno”. En este punto, señaló como fundamental la importancia de la utilización de energías limpias: “antes sólo importaba la estética del edificio y ahora la situación se está replanteando, considerando como fundamental la integración, desde el minuto cero, de los criterios de sostenibilidad”. En este sentido, sentenció que “el término sostenible es una moda y muchas veces se utiliza sin saber qué significa. Debemos concienciar a toda la sociedad de su importancia”.

Sobre el CIEMAT

Tal y como explicó Julián Blanco, el Centro de Investigaciones Energética, Medioambientales y Tecnológicas intenta demostrar que es posible ahorrar entre un 80 y un 90% de energía en el acondicionamiento energético de los edificios. El CIEMAT lidera, a través de la Unidad de Eficiencia Energética en la Edificación, el Proyecto Singular Estratégico de I+D sobre Arquitectura Bioclimática y Frío Solar, incluido en el Plan Nacional de Energía. El coste de la investigación, en sus cuatro años de vida (2005-2009), será de 25 millones de euros, cifra que está siendo subvencionada en un 50 % por el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC).