Investigadores de la Universidad de Jaén han confirmado que las mujeres tardan más en dilatar durante el parto a partir de los 30 años. Tras analizar el perfil sociodemográfico, sanitario y obstétrico de 373 futuras madres primerizas de Córdoba, Granada y Jaén, los expertos han corroborado la existencia de una relación directa entre la edad avanzada de la gestante y posibles incidencias antes, durante y después del alumbramiento.
Asimismo, este trabajo de investigación refleja que las mujeres que se convierten en madres sobrepasada la treintena suelen padecer patologías como hipertensión y diabetes gestacional y un parto con unas características similares, entre las que se incluye la necesidad de emplear instrumentación durante la fase de expulsión o la realización de cesárea.
Los principales resultados de este estudio, titulado ‘Maternal Age and Pregnancy, Childbirth and the Puerperium: Obstetric Result’ y publicados en la revista Journal of Clinical Medicine, reflejaron que la primera fase del parto, denominada dilatación, suele ser más duradera en mujeres de más de 35 años, concretamente 100 minutos más de media. “La razón se debe a que el parto suele ser inducido. Al provocar el parto, que en su mayoría requieren intervención médica, esta fase del alumbramiento se prolonga durante casi una hora y media más”, relata Juan Miguel Martínez Galiano, matrón e investigador de la Universidad de Jaén.
La edad sí importa
Las conclusiones de este trabajo indican además que una edad materna avanzada se asocia a una mayor incidencia de enfermedades o dolencias durante el embarazo como la hipertensión y la diabetes gestacional, generalmente. “El retraso de la maternidad es un fenómeno común en todo el mundo y cada vez es más frecuente debido en parte a la necesidad y al deseo de establecer una mejor preparación profesional, así como una estabilidad laboral y familiar. No obstante, debemos ser conscientes de que cuanto mayor es la mujer, el parto se hace más largo y también desemboca en un aumento de cesáreas”, alerta Martínez.
Según los datos obtenidos tras este estudio, la edad media de las mujeres que presentaron problemas de salud durante el embarazo rondaba los 31 años, en comparación con los 29 de aquellas que no registraban ninguna patología. “Vimos una diferencia notable y muy significativa para la hipertensión, ya que las futuras madres que padecían esta dolencia superaban los 34 años en comparación con los 30 en el caso de aquellas que no tenían este trastorno”, cifra este investigador.
Los responsables de dicho trabajo también observaron una diferencia significativa en el caso de la diabetes gestacional. “Quienes sí presentaban este cuadro médico tenían una edad media de 36 frente a los 29 años de mujeres sin problemas con los niveles de azúcar”, comenta Martínez.
Otra de las cifras que destacan los expertos en esta investigación está relacionada con el tipo de parto. “Las encuestadas que se pusieron de parto de forma espontánea tenían menos de 29 años, frente a las que requirieron intervención, cuya media rondaba los 31”, afirma el experto.
Por otro lado, los investigadores también han recalado en el tipo de parto según su edad. “Las mujeres que tuvieron un parto eutócico, es decir, que no necesitaron ayuda ni intervención médica también eran más jóvenes, rondando los 29 años, mientras que las futuras madres que presentaron un parto distócico tenían alrededor de 32 años”. Concluye Martínez.
En este trabajo, fruto de la tesis doctoral de la investigadora de la Universidad jiennense Leticia Molina, también han participado expertos del Consorcio de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBEREST) y de los hospitales públicos Reina Sofía de Córdoba, de los Complejos Hospitalarios de Granada y de Jaén, y los hospitales San Juan de la Cruz de Úbeda y San Agustín en Linares.
Referencias:
Leticia Molina-García, Manuel Hidalgo-Ruiz, Beatriz Arredondo-López, Silvia Colomino-Ceprián, Miguel Delgado-Rodríguez, Juan Miguel Martínez-Galiano: ‘Maternal Age and Pregnancy, Childbirth and the Puerperium: Obstetric Results’. Journal of Clinical Medicine.