El Rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, ha inaugurado este miércoles en el espacio ‘Obra Invitada’ de la Antigua Escuela de Magisterio de Jaén la exposición ‘La Ingeniería que nos ilumina’, organizada por el Vicerrectorado de Cultura y comisariada por los profesores Blas Ogáyar y Pedro Gómez. La muestra, que puede visitarse hasta el próximo 24 de junio, está compuesta por equipos y materiales que son patrimonio del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UJA, algunos donados y otros utilizados en labores docentes de las antiguas escuelas de Peritos Industriales.
“Por definición, y desde hace siglos, las universidades somos centros del conocimiento en los que priman la investigación científica y la innovación tecnológica. Eso ha conllevado que, a lo largo del tiempo, hayamos tenido que hacer acopio de innumerables materiales e instrumentos utilizados en la enseñanza teórico-práctica de las diferentes disciplinas universitarias, y en distintas etapas. Por eso, todas las universidades guardamos tesoros en estado latente que es necesario preservar, pero sobre todo, dar a conocer, porque tienen un extraordinario valor histórico. Suponen un legado para las generaciones futuras, pero que, además, son extraordinariamente útiles para nuestra labor docente actual”, ha explicado Nicolás Ruiz en la inauguración.
En este sentido, el Rector ha recalcado que todo el material y los equipos que se exponen en este espacio son patrimonio del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UJA, algunos donados y otros utilizados en labores docentes de las antiguas escuelas de Peritos Industriales. “En la Universidad de Jaén tenemos la suerte de conservar un extraordinario patrimonio científico técnico, resultado de la actividad docente e investigadora y que se encuentra almacenado en Departamentos, Facultades y Escuela. Patrimonio poco o casi nada conocido por la mayor parte de la comunidad universitaria y del que tan sólo en contadas ocasiones se han expuesto algunas piezas. Por eso, uno de mis compromisos electorales era preservarlo y darlo a conocer a toda la sociedad jiennense. Porque con la divulgación del conocimiento científico cumplimos con una de las funciones esenciales de una universidad pública”, ha declarado el Rector, que ha invitado a la ciudadanía a visitar la exposición “como entorno privilegiado para la reflexión sobre la esencia de la actividad tradicional, sobre cómo ha evolucionado la ingeniería eléctrica en los últimos 150 años”.
El Rector ha felicitado tanto al Vicerrectorado de Cultura por la organización de la exposición, a sus dos comisarios por el “ingente trabajo de recuperación y análisis de las piezas expuestas” y al Departamento de Ingeniería Eléctrica “por su generosidad”.
Para concluir, ha afirmado que esta exposición “es solo una pequeña muestra del vasto catálogo de objetos científicos y técnicos que tiene la UJA”. “Contamos con numerosas colecciones vinculadas a las comunidades académicas de nuestra institución. Al igual que todas las colecciones artísticas de la UJA están debidamente inventariadas, catalogadas y publicadas en la web institucional, queremos hacer lo mismo con las herramientas, instrumentos y equipos científicos y tecnológicos, porque somos conscientes del gran valor que tienen. Es una tarea que iremos realizando de forma progresiva”, ha anunciado Nicolás Ruiz.
La inauguración de la exposición ha contado con la asistencia de la Vicerrectora de Cultura, Marta Torres, el Director de la Escuela Politécnica Superior de Jaén, Jorge Delgado, el Director de la Escuela Politécnica Superior de Linares, Manuel Valverde, y el Director del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Francisco Jurado, entre otros miembros de la comunidad universitaria.
Sobre la exposición
La ‘Obra invitada’ está formada por un conjunto de lámparas eléctricas que componen toda la historia de la iluminación eléctrica, desde las primeras bombillas incandescentes con filamento de carbono de finales del siglo XIX hasta las actuales lámparas de iluminación leds. La bombilla más antigua de la exposición data del año 1890, es una bombilla de filamento de carbono que fue utilizada para iluminación de interior. La muestra se completa con la aparamenta de baja tensión utilizada a principios del siglo XX para conformar las instalaciones eléctricas de interior de alimentación a los puntos de luz. Dicha aparamenta, fabricada con porcelana, está dividida en los siguientes grupos: interruptores y mecanismo; portalámparas, fusibles y equipos de protección; limitadores de potencia y accesorios de instalación.
En una exposición complementaria se muestran distintos dispositivos eléctricos utilizados en estas infraestructuras eléctricas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, destacando por su antigüedad y relevancia los siguientes dispositivos: un voltímetro portátil electrodinámico para corriente alterna fabricado en el año 1890 por la empresa alemana Harrmann & Braun A: G; uno de los primeros transformadores de intensidad para medidas de corriente basado en los principios desarrollados por NiKolas Tesla, utilizado en una pequeña central hidroeléctrica en el año 1890; un contador monofásico de medida de energía activa mediante saetas, basado en el principio del vatímetro de dos bobinas, desarrollado por Élibu Thomson (Compteur Desroziers), en Francia, en el año 1900, utilizable en corriente continua y en corriente alterna; una pinza destinada a medir la intensidad de corriente en barras de la central eléctrica del año 1920, que presenta un aislamiento de porcelana con brazo en madera y que permite medidas de hasta 1000 Amperios; un equipo de medida de potencia activa Electrodinámico, para corriente continua y alterna con escalas de intensidad 5/10 A y Tensiones de 150/300 V, utilizado en la década de 1920.