Víctor Gallo, director de Cooperación en Paraguay de la ONG Ayuda en Acción ofreció en la Universidad de Jaén la charla sobre el derecho humano a la alimentación, una conferencia organizada desde el Secretariado de Responsabilidad Social. Concretamente, en su intervención se refirió a la situación de seguridad y soberanía alimentaria y nutricional en este país. Pregunta: ¿Sobre qué ha tratado tu intervención?

Respuesta: He querido mostrar un la realidad de América del Sur, en especial de Paraguay, en lo que se refiere al tema de la seguridad alimentaria y los efectos que está teniendo el tipo de agricultura que se está generando allá, el tipo de políticas públicas que hay, el modelo agro-exportador que tienen y sus efectos en la población. En este sentido, desde Ayuda en Acción tratamos de trabajar con las organizaciones de los productores de los territorios para ver cuáles son los efectos o las causas de la seguridad alimentaria, con el objetivo de que la población no se vea perjudicada.

Pregunta: ¿Cuál es la situación de Paraguay al respecto?

Respuesta: De una inseguridad alimentaria muy fuerte, con una población del 39% que está en estado de pobreza, unos niveles de desnutrición altos y un acceso a los alimentos muy restringido, no sólo como efecto de la producción interna, sino también de los procesos comerciales globales.

Pregunta: ¿Qué trabajo desarrolla Ayuda en Acción?

Respuesta: Trabajamos en distritos dentro de Paraguay y en los otros países donde estamos, con un enfoque de desarrollo territorial en el que uno de los temas centrales es el derecho y uno de los subtemas dentro de éste es el derecho a la alimentación. Apoyamos desde la incidencia en políticas públicas locales, hasta a los pequeños productores para que se formen cooperativas y puedan enfrentarse a sus problemas en el mercado.

Pregunta: ¿Cómo se comprende que la población de un país productor y exportador de alimentos no tenga que comer?

Respuesta: Se trata de una cuestión de comercio, no agrícola. Son temas ligados a las relaciones comerciales entre países y regiones y la dependencia de grandes empresas transnacionales, tanto en semillas como en agroquímicos, que hace que la población no tenga alimentos. Son países con una capacidad agrícola muy grande y el efecto a nivel global es que están cambiando nuestros hábitos alimentarios. No hay una soberanía de los países, ni de las grandes regiones, ni de los pueblos para decidir qué comen, sino que son las grandes empresas de químicos o de fármacos las que nos dicen qué debemos comer y cómo debemos comer. Nos están cambiando nuestros hábitos de vida y nutricionales, lo que está afectando no solo a lo local, sino a lo global.

Autor: Gabinete de Comunicación UJA (F.R.R.).