Eva Esteban

 

Eva Esteban Romero, sargento del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, desempeña una profesional considerada tradicionalmente masculinizada. De ello dio fe en la charla coloquio, titulada ‘Rompiendo estereotipos: mujeres en profesiones masculinizadas’, que fue organizada por la Unidad de Igualdad de la Universidad de Jaén, dentro de las actividades organizadas con motivo del Día Internacional de las Mujeres.

La charla coloquio contó con las intervenciones de Esther Pegalajar Cano, inspectora del Cuerpo Nacional de Policía, y de Pilar Cabrera Montoro, responsable de Sistemas IT de Valeo Iluminación.

La trayectoria profesional de Eva Esteban no ha sido un camino de rosas, pero su tesón ha sido su mejor arma: “Yo, cuando decido hacer algo, no me lo pienso. Me digo que eso es lo que quiero, lo que me gusta y procuro que no haya obstáculos, si todo depende de mí, claro”. A la superación personal para poder conseguir entrar en un cuerpo como la Guardia Civil, hay que sumar la lidia familiar, porque no es “hija del cuerpo”. “¡Qué va, soy la primera guardia civil de mi familia! Sabía lo que quería y no tuvo miedo de ir rompiendo cristales, techos, paredes, muros… Asumió el consejo que, actualmente, le da a la juventud; que hagan aquello que deseen. “Que no tengan miedo, ninguno. El querer es poder. Si no tienes esa tenacidad para prepararte físicamente o estudiar no lo consigues. Sólo lo logras si estás convencido”.

La valentía forma parte de su actitud. “Tienes que ser valiente porque te encuentras con muchos muros”, asegura. La Guardia Civil es uno de los cuerpos de seguridad españoles que más han cambiado con los tiempos. Pese a ello, Eva Esteban todavía encuentra gente reacia “a ver mujeres con graduación, pero creo que son pocos”. Reconoce que esta tendencia va rompiéndose poco a poco. “Es difícil, porque tener dos grupos, uno con una partida de personal más antigua, con otras creencias, con unos hábitos y unas costumbres, y otra partida de personas jóvenes, con otras ideas y otras perspectivas, mezclar esos dos ámbitos, es difícil”, aseguró.

Reconoce que conciliar la vida profesional y familiar no es nada fácil y esto le hace sufrir. “Mi hija lo lleva regular. Me dice que no soy una mamá normal, que por qué no le pido a mi jefe que me deje salir antes. Eso me duele, pero también es satisfactorio, porque puedo darle todo, ya que yo trabajo para ella”. Su hija es el centro de su vida, aunque también ama a su profesional. Asegura que lo amable de ella es el saber que puede ayudar a muchas personas. “El ser humano tiende a ponerse nervioso cuando tienen problemas y no controla la situación. Tú estás ahí para indicarle qué deben de hacer en esos momentos”. La cruz de ser Guardia Civil, según Eva Esteban “es cuando ocurre un accidente de tráfico y hay fallecidos. El comunicar a una persona la muerte de un familiar en muy desagradable”.

Autor: Gabinete de Comunicación de la UJA (C.Q.R.)

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