Un ensayo del profesor de Música de la UJA Javier Marín gana el VII Premio de Musicología Latinoamericana "Samuel Claro Valdés" 2010, que otorga el Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile, siendo el primer musicólogo español en recibir tal distinción.

El ensayo se titula "Ideología, hispanidad y canon en la polifonía latina de la Catedral de México". Este concurso es bianual, de carácter internacional y premia la mejor monografía inédita en forma de artículo sobre música y músicos en América Latina, considerando cualquier expresión musical y periodo histórico. En esta edición se presentaron veintidós aspirantes, procedentes de Brasil, Chile, Ecuador, España, México-Canadá y Venezuela. En los trabajos recibidos, se observa la diversidad temática que ocupa hoy a la musicología latinoamericana, como la música popular, la música colonial, la música académica del siglo XIX y XX, la relación entre música y política y el marco epistemológico de la musicología.

Este trabajo de investigación fue realizado durante su reciente estancia de investigación de cinco meses en la School of Music de Northwestern University (Chicago), donde tuve trabajó con el distinguido hispanista Drew Edward Davies. Javier Marín viajó a Estados Unidos con una beca "José Castillejo" del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011 del Ministerio de Ciencia e Innovación) y ha sido para mí una de las experiencias más formativas y emocionantes de mi corta carrera académica.

Francisco Marín recibe este premio de forma compartida a Bernardo Farías (Brasil) por su trabajo “La crítica dialéctica y el hibridismo musical en la actualidad”. El premio consiste en 1500 dólares para cada uno, un diploma de honor y la publicación de ambas monografías en la revista “Resonancias” del Instituto de Música de la Universidad Católica de Chile de noviembre 2010.

El ensayo de Javier Marín, según el jurado, se aprecia la actualización, revisión y profundo conocimiento de las fuentes y bibliografía existentes, así como el aporte que implica para el estudio de un corpus vasto y relevante, en tanto se propone una nueva interpretación de su significado. “Resulta refrescante que, a pesar de situarse en un contexto abierto a la asimilación de los estilos ‘policoral’ y ‘concertato’, como es la música en la Catedral de México de los siglos XVI a XVIII, Marín muestra a partir del estudio de los libros de coro (en uso hasta entrado el siglo XIX), una persistencia del “stile antico” sustentada en una opción apoyada por una ideología de lo hispano”, subraya el jurado.