Estudiantes chinos de la Universidad de Jaén han recibido el Año Nuevo Chino con una representación teatral de la leyenda de Nian, que da entrada al nuevo año, así como con un almuerzo típico, organizados por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y Cooperación, con la colaboración del Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Este lunes, el grupo de teatro universitario Mamadou preparó un montaje de creación colectiva en el que han participado más de 30 estudiantes chinos, que han escenificado a través de teatro gestual esta leyenda china. El sábado, los alrededor de cien estudiantes chinos que se encuentran en la UJA participaron en un almuerzo típico en el Restaurante Xin Xin.

Mª Victoria López, Vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación, explica que se trata del tercer año que se realizan actividades de este tipo. Sobre los estudiantes chinos que se encuentran en la Universidad asegura que “no vienen a estudiar español y se van, sino que el 95% se quedan a cursar una titulación, en su mayoría Administración y Dirección de Empresas o Filología Hispánica”.

Además, este año dicha celebración ha coincidido con un Encuentro de Profesores de Español para Sinohablantes (hablantes de chino), que fue inaugurado por el Rector de la Universidad de Jaén, Manuel Parras, y el primer secretario de Educación de la Embajada de la República Popular China en España, Wang Zhiwei. Dicho encuentro tiene como principal objetivo promocionar una formación especializada a los profesionales en la enseñanza del español como lengua extranjera o segunda lengua a estudiantes de nacionalidad china.

Leyenda de Nian

Cuenta una antigua leyenda que un monstruo llamado Nian subía a la tierra el último día de cada ciclo lunar para devorar a los animales y seres humanos que encontrara. En una de las vísperas del Año Nuevo chino apareció un anciano pidiendo cobijo y aseguró que, a cambio, cazaría la bestia. Así, cuando llegó el monstruo le llamó la atención una casa con una fuerte luz. Al acercarse estallaron petardos y fuegos artificiales ensordecedores que lo asustaron e hicieron que huyiera. A la mañana siguiente no había rastro del anciano, pero sí del fuego, el ruido y el color rojo. Por este motivo, en el Año Nuevo chino existe la tradición de colgar banderas rojas y lanzar petardos en espera de la noche, del paso del Nian, que significa ‘año’.

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