Aproximadamente a las 7 horas y 48 minutos del pasado sábado día 27 de febrero, el sismógrafo instalado en los sótanos de la Escuela Politécnica Superior de Jaén empezó a registrar las primeras ondas provenientes del terremoto de magnitud 8.8 Mw localizado en la costa de Chile, a unos 325 kilómetros de la ciudad de Santiago y a 115 kilómetros de Concepción.

Este terremoto, ocurrido en la zona de subducción límite entre las placas de Nazca y Sudamérica, se localiza sólo a unos 200-250 kilómetros al norte del epicentro del gran terremoto de Chile de mayo de 1960, el terremoto de mayor magnitud registrado hasta este momento (9.5 Mw). A tan sólo unos tres meses de cumplirse 50 años del mayor terremoto nunca registrado, y generador de uno de los tsunamis conocidos más devastadores, este límite de placas se reafirma como una de las de mayor peligrosidad sísmica del mundo. El terremoto se ha localizado a unos 35 km de profundidad, y a la vista de las primeras simulaciones de la ruptura que se han realizado, la superficie de ruptura abarcaría una zona de unos 600 km de largo por 200 km de ancho, observándose desplazamientos entre un bloque y otro de la ruptura de hasta 7.5 m. La duración de la ruptura principal fue de aproximadamente unos 2 minutos. Ésta ha sido el resultado directo de la convergencia, a una velocidad de unos 8 cm por año, de la placa de Nazca subduciendo bajo la placa Sudamericana.

El sismógrafo de la Universidad de Jaén fue instalado en marzo de 2008, y es mantenido por José A. Peláez, profesor del área de Física de la Tierra y perteneciente al grupo de investigación ‘Riesgo sísmico y tectónica activa’ (RNM-024, http://www.ujaen.es/investiga/rnm024/index.htm) de la UJA. Aunque en este período de tiempo ha estado varios meses en pruebas, no obteniendo registros, con éste, ya han sido cinco los terremotos con magnitud superior a 7.5 registrados de los producidos en diversas partes del mundo, así como otros muchos de menor magnitud. Sus características, típicas de los denominados sismógrafos de banda ancha, le permiten registrar eventos en cualquier lugar del mundo a partir de una magnitud aproximadamente igual a 6.0-6.5. Sin ir más lejos, justo en la noche anterior, registró el terremoto ocurrido en las Islas Ryukyo, en Japón, de magnitud 7.0, terremoto que ha pasado desapercibido tras la ocurrencia varias horas después del terremoto chileno.

El registro obtenido en la UJA empieza unos 14 minutos después de producirse el terremoto, siendo éste el tiempo que tardan en propagarse las ondas P desde el epicentro hasta la localización del equipo. En el sismograma (registro de velocidad) se observan muy claramente las fases P (7h 48m), PKiKP (7h 52m; ondas P que llegan tras reflejarse en el núcleo interno de la Tierra), S (8h 00m) y ondas superficiales (8h 20m), las de mayor amplitud. El registro en Jaén tiene una duración superior a unas 2 horas y media.

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