La Universidad de Jaén recibió la donación del fondo bibliográfico del fallecido catedrático de Derecho Civil y Mercantil Bernardo Moreno Quesada, de aproximadamente 3.000 ejemplares, tras la firma del convenio suscrito hoy por el Rector de la Universidad de Jaén, Manuel Parras Rosa, y la viuda del profesor María Isabel Trujillo Calzado.

Catedrático de Derecho Civil y Mercantil, Bernardo Moreno Quesada, nacido en Huelma en 1929, ocupó en la administración universitaria varios cargos, participando tanto en la creación de la Universidad de Jaén en el año 1993, como en la creación de la Universidad de Verano de Baeza, actualmente sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía. Recibió numerosas distinciones civiles, académicas e investigadoras, destacando la recibida en el año 1994 por parte del Ministerio de Justicia, la Cruz distinguida de 1ª clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, la máxima distinción que reciben los juristas de reconocido prestigio por su contribución al desarrollo del Derecho, y la Doctrina Jurídica.

Manuel Parras recordó la máxima en la vida de Bernardo Moreno, cuyo orgullo era su familia “y su pasión los libros”, y subrayó la “enorme satisfacción” que le produjo como Rector el recibir el legado para esta Universidad de Jaén. Así, elogio a Bernardo Moreno asegurando que “una buena parte del Derecho en la Universidad de Jaén sería otro sin la maestría de don Bernardo”.

Además de destacar la “generosidad” de su familia, recordó al recién fallecido ex Secretario General de la UJA, José González, impulsor de las gestiones para recuperar el legado de Bernardo Moreno, junto a profesores del Departamento de Derecho Civil de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad de Jaén, como Domingo Jiménez.

El fondo está integrado por monografías, no sólo referidas al mundo del Derecho, sino también al Humanismo o a la Sociología. La totalidad de los textos irán destinados a su uso en la Biblioteca de la Universidad de Jaén, para su consulta y préstamo.

Por su parte, María Isabel Trujillo narró que, durante más de 50 años, “he vivido entre estos libros y se les toma cariño. Bernardo trabajaba con ellos y yo los ordenaba, y me sabía el lugar que ocupaba cada uno de ellos, cuando me los pedía”. Una vez enviados los libros a la Universidad de Jaén, “se quedaron las estanterías vacías y tuve que llorarles. Estaba todo desolador”. Pese a ello, explicó que con la obra de su esposo en la Universidad de Jaén, “la pena se convierte en satisfacción y en alegría al pensar que pueden tener y tendrá una utilidad y aprovechamiento para futuros investigadores en esta preciosa y querida Universidad de Jaén. Bernardo se sentiría orgullo”.

Autor: Gabinete de Comunicación. C.Q.R.