Antonio González Herrera

El coordinador del Grupo sobre Pobreza y Desarrollo de la Universidad de Málaga y es profesor del Máster en Cooperación Internacional y Políticas de Desarrollo de la Universidad de Málaga, Antonio González Herrera, impartió esta semana la conferencia ‘Pigmeos Mbuti, entre la globalización y la desaparición’, dentro de las actividades del ‘Proyecto de Sensibilización sobre la Situación del Pueblo Pigmeo en la República Democrática del Congo’, financiado por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Universidad de Jaén.

González Herrara explicó que desde hace milenios se viene produciendo en África un proceso en el que una población originaria del golfo de Guinea se ha ido extendiendo por África ecuatorial y hacia el Sur. A este proceso se le conoce como expansión bantú. Un mayor conocimiento de la agricultura y de la tecnología del hierro les daba ventajas sobre otros pueblos ganaderos o cazadores-recolectores. Como consecuencia de este proceso, estos pueblos se vieron desplazados de sus territorios y buscaron refugio en zonas marginales como las selvas o los desiertos para no desaparecer. “Uno de los pueblos –comentó- que sufrió y sufre este proceso es el pueblo pigmeo, que quedó fragmentado en diversos grupos aislados escondidos en selvas de difícil acceso”. Una de esas poblaciones, los denominados pigmeos Mbuti, habitan actualmente en la selva de Ituri y siguen sufriendo la presión de este proceso junto a otras amenazas que hacen difícil su supervivencia. En esta charla presentó la realidad actual de los Mbuti, “un pueblo amenazado por sus vecinos bantús y por un conflicto que hasta hace fechas recientes ha desangrado su país, la República Democrática del Congo”. A estas presiones se les ha unido otra causada por los fuertes intereses creados, “debido a los valiosos recursos naturales que se hallan en el territorio que tradicionalmente han habitado, la selva de Ituri”, subrayó. “Los Mbuti se encuentran en una encrucijada, ante la salida natural de la desaparición como pueblo o ante la integración en un sistema global. Se encuentran presionados a abandonar su modo de vida tradicional de cazadores- recolectores, pero sin encontrar un espacio en el mundo donde no sean vulnerables a las otras poblaciones vecinas y a las empresas que tratan de extraer la riqueza de sus tierras”, señaló. Antonio González añadió que es un pueblo que sobrevive en condiciones de vida muy duras, “muy por debajo del umbral de la pobreza y con unas perspectivas de futuro muy comprometidas”. Con esta charla dio a conocer qué ocurre en uno de esos rincones olvidados del mundo, sacarlo a la luz y mostrar las conexiones con el primer mundo, todo ello, con una visión positiva, desde la perspectiva de la promoción del desarrollo, destacando qué se hace y qué se puede hacer para cambiar este proceso, para reconducirlo hacia soluciones beneficiosas para todos. En este sentido, explicó cómo se puede trabajar de manera conjunta para encontrar una salida en este mundo global “e interrelacionado en el que, cada vez menos, no podemos ignorar los procesos que ocurren a miles de kilómetros de distancia." Por otro lado, el próximo miércoles, 24 de noviembre, se clausura la exposición ‘Pigmeos. Nuestra tierra, nuestra vida’. Y el día 2 de diciembre, a las 17.30 horas, se desarrollará una mesa redonda titulada ‘Experiencias y perspectivas de la cooperación para el desarrollo en la República Democrática del Congo’, en el Salón de Grados del Edificio D-1.