Piezas encontradas en la Cámara de Piquía, presentadas en 2010 en la UJA.

El director del Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, Arturo Ruiz, fue invitado a la Universidad París 1-Sorbona para presentar, en el marco de la apertura de un ciclo sobre seminarios que abordan los descubrimientos más importantes realizados en arqueología antigua en los últimos años, las excavaciones realizadas en la necrópolis de Piquía, en Arjona.

En opinión de Arturo Ruiz, esto supone un nuevo impulso a la proyección de lo íbero en Jaén y contribuye a incrementar la presencia del Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén en el plano internacional. “Es una manera de reconocer internacionalmente la importancia de lo íbero en Jaén y el trabajo que se está desarrollando en esta área”, recalca.

En su intervención, celebrada en el paraninfo del Institute National d'Histoire de lArt de Paris, Arturo Ruiz se refirió a las peculiaridades de esta cámara, tanto en lo que se refiere a la riqueza de los materiales encontrados, como al hecho de que lo ibero perdurara tras la conquista romana. “Piquía tiene muchas cosas destacables. En primer lugar la concentración de un material tan rico como las cerámicas griegas, el material en vidrio o la escritura y el carro íbero”, señala.

En este sentido, entre otros elementos se han encontrado siete cráteras griegas, un carro, dos recipientes de vidrio, 15 cerámicas ibéricas, dos espadas, dos ánforas de vino, tabas del ajuar, trozos de urnas de piedra, o un traje de un personaje del siglo I a.C. ya romano completo. “Se trata de un material ingente pero muy destruido, por lo que nos llevará mucho tiempo restaurar las piezas, que conformarán en el futuro Museo Ibero de Jaén uno de los conjuntos más importantes de su exposición”, explica el director del CAAI.

En segundo lugar, Arturo Ruiz apunta que la otra cuestión que suscita debate es qué hace una tumba del siglo I a.C. con cráteras del siglo IV a.C. “Nosotros lo planteamos como la refundación de un linaje principesco, de la zona de Arjona, que legitima su creación con materiales de hace 300 años que se amortizan en la tumba del príncipe, lo que genera un interés enorme sobre el sitio”.

Autor: Gabinete de Comunicación UJA (F.R.R.).