Carmen Gálvez en el centro, junto a Gustavo Reyes (izda.) y Pablo de la Coba (dcha.)
Carmen Gálvez es predoctora en formación del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Jaén y forma parte del grupo de investigación en Psicofisiología de la UJA. Estudió Psicología en la Universidad de La Habana (Cuba) para posteriormente cursar el Máster en Investigación e Innovación sobre Salud, Cuidados y Calidad de Vida en la UJA. Dentro de su labor investigadora, presentará un póster sobre la evaluación de la sensibilización al dolor en enfermas de fibromialgia en la 75ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Psicosomática que se celebra del 15 al 18 de marzo en Sevilla.
Pregunta: ¿Cómo surge esta investigación?
Respuesta: Nace a partir del grupo de investigación en Psicofisiología de la Universidad de Jaén que investiga el dolor crónico, principalmente con fibromialgia, artritis y artrosis. Una de las líneas de investigación tiene que ver con los criterios diagnósticos de la fibromialgia. Con respecto a este tema, el grupo trabaja en el proyecto titulado ‘Marcadores objetivos de diagnóstico en la fibromialgia: sumación temporal del dolor, flujo sanguíneo cerebral, variabilidad de la tasa cardíaca y parámetros del sueño’, que se está llevando a cabo gracias a la financiación del programa estatal de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO).
Pregunta: ¿Cuáles son los principales objetivos de este estudio?
Respuesta: Como los criterios son relativamente jóvenes, ya que se aprobaron en 2010, el objetivo fue observar si el método propuesto por el Colegio Americano de Reumatología para la Fibromialgia mide los síntomas principales de la enfermedad que son la fatiga, el insomnio y trastornos relacionados con el deterioro cognitivo. A su vez, analizamos si estos criterios trabajan elementos referidos a las causas de la enfermedad, por eso quisimos medir algo más objetivo y experimental como es la sensibilización al dolor.
Pregunta: Esos nuevos criterios diagnósticos aprobados se basan en dos escalas: el Índice de Dolor Generalizado y la Severidad del dolor. ¿En qué se diferencian?
Respuesta: El Índice de Dolor Generalizado incluye una serie de zonas dolorosas de las que se obtiene un total en base a las respuestas del paciente. Por su parte, la Severidad del dolor tiene dos partes: por un lado mide la fatiga, el despertar cansado y los síntomas cognitivos (problemas de memoria o atención, entre otros) en una escala de 0 a 3 y, por otro evalúa los diferentes síntomas propios que describe el paciente. La suma de ambas cosas cuantifica la severidad del dolor que experimenta el paciente.
Pregunta: En el estudio que habéis realizado participa una muestra de 34 mujeres. ¿Qué factores comunes comparten?
Respuesta: En general, hemos reclutado la muestra de la Asociación de Fibromialgia de Jaén (AFIXA), que colabora con el grupo de investigación. Y a la cual le estamos muy agradecidos. Citamos a las voluntarias para realizar el experimento en el laboratorio de Psicofisiología que disponemos en el edificio C5 de la UJA. Suelen ser mujeres de entre 40 y 60 años. Algunas fueron diagnosticadas antes, y otras más recientemente.
Pregunta: ¿Cuáles son los resultados más destacados del estudio que vais a presentar en esa reunión internacional?
Respuesta: Lo que más destacamos es que los nuevos criterios diagnósticos del Colegio Americano de Reumatología son efectivos y estás midiendo los principales síntomas de la fibromialgia. Lo que nos preocupa es que no exploran las posibles causas, no aportan información sobre los mecanismos que están en la base de la enfermedad, es decir, la patofisiología de la enfermedad. No dan elementos de la hipótesis que se maneja actualmente, que es que hay un proceso de sensibilización central al dolor. En este sentido, creemos que deberíamos continuar investigando las afectaciones en el procesamiento del dolor dentro de la fibromialgia.
Los tres investigadores trabajan en uno de los laboratorios del Dpto. de PsicologíaPregunta: ¿Este estudio propone alguna medida para analizar ese procesamiento del dolor?
Respuesta: Lo hacemos a través del procedimiento de algometría de presión. Este método permite medir la sensibilización central al dolor. Se suministran 9 estímulos repetidos de baja intensidad y se evalúa el incremento en dolor que se va produciendo con la repetición de los estímulos. Se miden también el umbral y la tolerancia al dolor; en estos casos la presión ejercida sube 1 Kg por segundo. Esta acción nos permite, en una escala de 0 a 10, valorar el dolor experimentado por la paciente.
Pregunta: ¿Dónde se va a exponer el póster?
Respuesta: Es una reunión anual que tiene como sede diferentes partes del mundo. En esta ocasión, se ha elegido España y en concreto, la ciudad de Sevilla. Es un evento muy importante que organiza la Sociedad Americana de Psicosomática y que acumula 75 ediciones. En él, se van a reunir distintos investigadores que están trabajando en temas afines, y es una oportunidad para presentar el trabajo que realizamos y conocer otras investigaciones que se están haciendo al respecto.
Pregunta: ¿Qué supone para el grupo de investigación la concesión de este tipo de proyectos?
Respuesta: Creemos que es vital porque la aprobación de proyectos como éste nos permite financiar el mantenimiento de los equipos y la adquisición de los materiales necesarios para realizar las pruebas. Además, nos permite acceder a una muestra muy compleja, lo que nos conduce a validar que estos criterios diagnósticos son apropiados y a profundizar en otros elementos que deben ser más investigados como los mecanismos que subyacen a la enfermedad.
Pregunta: ¿Hasta qué punto la fibromialgia está extendida en la sociedad?
Respuesta: Su prevalencia en la población mundial es de un 2,4 % y en Europa y España es de un 5% en mujeres. Hay muchas personas diagnosticadas, no solo mujeres, sino también hombres, lo que implica que es necesario estudiarla. Además, hay un gran número de personas sin diagnosticar, porque es una enfermedad relativamente joven, que se viene tratando desde 1990.
Pregunta: ¿Por qué es tan complicado diagnosticar esta enfermedad?
Respuesta: El estudio del procesamiento del dolor es muy complejo en sí mismo, además de que es una enfermedad en la que coexisten otras enfermedades como el síndrome de intestino irritado, sensibilidad al sol, ojos secos o problemas respiratorios, por lo que a veces se confunde con otras patologías.
Pregunta: ¿Cuál es el tratamiento una vez diagnosticada?
Respuesta: Hay muchas variantes. La más clásica es la farmacoterapia, a través de analgésicos, opioides, ansiolíticos y antidepresivos para paliar los principales síntomas de la enfermedad. Normalmente los pacientes intentan no abusar de ellos o utilizarlos solo en momentos de crisis, así como mantener una dieta saludable. También se está apostando por terapias de ejercicio físico. Se trata de ver cómo les va el ejercicio en agua y el ejercicio en seco, y que escojan el que les resulte más útil. Otra tercera vía es el uso de terapias alternativas como yoga, taichí o mindfulness.
Autor: Gabinete de Comunicación UJA (J.S.T.).