Recogida de aceituna

La edad del olivicultor, el tamaño de la explotación o el desarrollo de la actividad olivarera de forma no principal afecta de manera negativa en la competitividad del cultivo del olivar.

Esta es la conclusión a la que ha llegado un trabajo de investigación realizado por Juan Sosa Bravo, alumno del Máster de Economía Social de la Universidad de Jaén, y que fue expuesto, bajo el título “Análisis de la competitividad del olivar tradicional. Incidencia de la edad del olivicultor, tamaño de las parcelas y el cultivo como segunda actividad, en la rentabilidad del olivar giennense”.

El trabajo ha estado dirigido por el profesor de la Universidad de Jaén y Director General del Centro de Desarrollo y Competencia para Aceite de Oliva, Juan Vilar Hernández.

Este trabajo aborda una situación como la actual, donde los precios en origen pasan por ser insostenibles para el olivicultor, especialmente tradicional, al mismo tiempo que mira con especial interés la negociación de la Política Agraria Común para el periodo 2013–2020. Una vez analizadas diferentes campañas y con una muestra especialmente significativa y representativa de explotaciones de la provincia de Jaén, mayor productora del mundo de aceite de oliva, se concluye de la siguiente forma: a partir de edades de los olivicultores contenidas en el intervalo 60-70 años, de manera gradual, se produce una caída en la renta neta del olivicultor, generalmente por circunstancias como la aversión al riesgo, a la evolución tecnológica, resistencia a los cambios, etcétera.

Del mismo modo, la relación que se manifiesta entre el tamaño de las explotaciones y la rentabilidad de las mismas es directamente proporcional, es decir, a mayor superficie de la finca se produce un gradual incremento de la competitividad de la misma, por circunstancia de supresión de costes “in itinere”, efecto crecimiento, economía de escala, entre otros. Igualmente, el desempeñar la actividad olivarera de forma principal potencia el nivel de rentabilidad de las explotaciones, fundamentalmente por el efecto especialización.

 

Fuente: Máster de Economía Social de la UJA