El profesor de Ingeniería Electrónica y Automática de la Universidad de Jaén, Pedro Pérez Higueras, ha presentado este jueves en BIÓPTIMA una propuesta de un nuevo marco regulatorio para el apoyo a los sistemas de concentración fotovoltaica elaborado por 25 universidades y 22 empresas. Este trabajo ha sido financiado por la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) y por el Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración (ISFOC).

El principio de funcionamiento de los sistemas fotovoltaicos de concentración (CPV) se basa en el uso de sistemas ópticos para aumentar la luz que reciben las células solares. La idea es simple, explica el profesor Pérez Higueras, “se emplean dispositivos ópticos de tecnología accesible y barata, lentes y espejos, para concentrar la luz sobre pequeñas células solares muy eficientes”. El objetivo final de los sistemas CPV es reducir el costo de la electricidad generada mediante la sustitución de superficie de célula, que es un material caro, por dispositivos ópticos menos costosos y de tecnología más accesible. “Los sistemas CPV ya instalados, obtienen valores que duplican las eficiencias de los sistemas de panel plano”, comenta el investigador.

Este sistema tiene una serie de ventajas frente al panel plano convencional, como son la eficiencia, el desarrollo de recursos autóctonos o el material en el que está fabricado, sin embargo, para que esta tecnología pueda empezar su curva de aprendizaje con el incremento de producción y la consiguiente reducción de costes, es necesario un apoyo que le permita competir con otras tecnologías.

En comparación con el panel plano, la CPV actualmente representa un mayor coste de inversión y un mayor nivel de riesgo tecnológico. Por lo tanto, hace falta un marco de medidas de apoyo adecuadas que compense esta situación de partida para que los inversores estén dispuestos a invertir en CPV. Así el trabajo que ha realizado la Universidad de Jaén es la elaboración de un informe sobre una “Propuesta de un nuevo marco regulatorio para el apoyo a los sistemas de concentración fotovoltaica en España” para el período comprendido entre 2010 y 2020.

Según afirma este informe, para mantener y consolidar la posición de España en la CPV y conseguir crear un sector industrial relacionado con esta tecnología, es necesario crear un cupo específico de 10 MW de potencia anual destinado a la CPV y aumentar el apoyo inicialmente en 10,2 céntimos por kWh y reducir este apoyo progresivamente en un 13% anual. Esta medida implicaría aproximadamente unos costes para la administración de 325 millones de euros pero por el contrario, produciría en el sector una inversión de 431 millones de euros, la creación de 2.480 puestos de trabajo y el ahorro de 75 millones de euros en la producción de energía eléctrica. Adicionalmente, se obtendrían beneficios medioambientales. “Entre el año 2015 y 2020 este sistema fotovoltaico será competitivo en el mercado”, concluye Pedro Pérez.

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