Mesa del Claustro Universitario, durante la celebración de su sesión extraordinaria.
El Claustro de la Universidad de Jaén ha aprobado por asentimiento en su sesión extraordinaria celebrada este viernes una declaración institucional en relación a la situación en la franja de Gaza, por la que se compromete a revisar y suspender los acuerdos de colaboración suscritos con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario.
“Con esta declaración institucional, propuesta por el Equipo de Gobierno de la UJA que ha integrado las sensibilidades de otros muchos colectivos y en la que también se recogen los acuerdos alcanzados por CRUE y por AUPA, mandamos un mensaje claro, nítido y contundente a la sociedad, que trasciende de Jaén para que llegue fuera de nuestras fronteras, en el que aseguramos que la situación humanitaria en Gaza es insostenible y las universidades no podemos mirar para otro lado”, ha asegurado el Rector Nicolás Ruiz.
En este sentido, ha explicado que con la aprobación por asentimiento del mismo por parte del Claustro Universitario “vamos a suspender los convenios específicos de colaboración que mantiene la UJA con tres centros israelíes, la Universidad de Tel Aviv, la Universidad Ben-Gurión del Néguev y el Centro Tecnológico SHENKAR, en cuanto en tanto se mantenga esta situación de crisis humanitaria”, ha declarado el Rector de la UJA, que ha indicado que la próxima semana informará de dicho acuerdo en la reunión prevista del Consejo de Gobierno de la UJA.
“Las Universidades podemos hacer dos cosas, optar por lo cómodo o por lo correcto. Como Rector, optaremos por lo correcto, aunque genere incomodidad. Lo correcto es fijar el posicionamiento que hemos hecho y en este momento, suspender estos acuerdos de colaboración. Ojalá en un tiempo, lo más corto posible, podamos retomarlos, pero ahora no se dan las condiciones”, ha asegurado.
Asimismo, Nicolás Ruiz ha indicado que, al mismo tiempo, las universidades deben poner en marcha acciones pro-activas, que ayuden a las personas que están en la franja de Gaza. En este sentido, se ha referido a las distintas iniciativas puestas en marcha por la UJA encaminadas a la acogida de estudiantado palestino de cara al próximo curso 2024-2025, a través de la convocatoria de becas de movilidad y reforzando el ‘Programa de ayudas para estudiantado refugiado, en situación de asilo y en situación de alto riesgo’.
Declaración institucional del Claustro de la Universidad de Jaén en relación a la situación en la franja de Gaza, aprobada por asentimiento
Las universidades, por nuestros valores, por nuestra esencia y por nuestra trayectoria, somos instituciones comprometidas en formar a la ciudadanía en una inquebrantable cultura de la paz y en la resolución pacífica de toda clase de conflictos. Es nuestro deber moral hacerlo así, poner todo nuestro saber y empeño en la búsqueda de la convivencia pacífica, aquí y en todas partes.
En este sentido, la Universidad de Jaén tiene un firme compromiso con la paz, la justicia, los derechos humanos y los valores democráticos. Por ello, deseamos manifestar nuestra condena a los ataques injustificables que está sufriendo la población civil de Gaza. Del mismo modo, mostramos nuestro dolor por los miles de víctimas inocentes y expresamos nuestra solidaridad con todas aquellas personas que están sufriendo como consecuencia de la intervención militar de Israel.
En un primer momento de la crisis en la franja, la Universidad de Jaén contribuyó a los posicionamientos impulsados por las organizaciones universitarias de las que forma parte, como CRUE y AUPA. Igualmente, el 25 de febrero, el equipo de gobierno emitió un comunicado para unirse a las voces que instaban al respeto al derecho internacional humanitario. Entonces, también reclamó un alto el fuego que permitiera explorar una solución pacífica y dialogada, así como el establecimiento de corredores humanitarios que facilitaran la distribución de la ayuda a la población y la liberación incondicional de los rehenes.
No obstante, el continuo agravamiento de la situación humanitaria en la zona y la consiguiente vulneración sistemática de los principios fundamentales del derecho internacional nos llevan a dar un paso más, en coherencia con los motivos previamente expresados y que nos vinculan como institución.
Según las estadísticas recogidas en el último informe de la Relatoría Especial de la Organización de Naciones Unidas para el Territorio Palestino Ocupado, titulado “Anatomía de un Genocidio”, publicado el 25 de marzo de 2024, tras cinco meses de operaciones militares de Israel en la Franja de Gaza, más de 30.000 civiles palestinos han muerto, entre ellos más de 13.000 niños y niñas. Se presume que más de 12.000 personas han fallecido, sin que se hayan recuperado sus cadáveres, y 71.000 han resultado heridos, muchos de ellos con mutilaciones que les han cambiado la vida. El 70 por ciento de las zonas residenciales han quedado destruidas. El 80 por ciento de la población se ha visto obligada a desplazarse. Todas estas cifras siguen aumentando día a día, pues los ataques no paran. Miles de familias han perdido a sus seres queridos o han sido aniquiladas. La ONU está informando sobre el hallazgo de fosas comunes con cientos de cadáveres que apuntan a nuevos crímenes de guerra. Desde la publicación del informe, todas estas cifras, ya de por si terribles, se han incrementado.
Como institución académica, condenamos, particularmente, los ataques sufridos por todas las universidades gazatíes, que han provocado la muerte de miles de estudiantes y trabajadores de estas instituciones. Nos solidarizamos con el dolor de sus familias. Israel ha bombardeado y destruido todas las universidades que existían en la Franja de Gaza, incluida la Universidad Al Aqsa, con la que la Universidad de Jaén mantiene vigente un convenio de colaboración. La comunidad científica de Gaza ha sido diezmada. 100.000 alumnos y alumnas no pueden acudir a clase. El 70% del sistema educativo ha sido pulverizado.
La Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas, en el veredicto emitido el 26 de enero en respuesta a la demanda interpuesta por la República de Sudáfrica, constató un riesgo plausible de perjuicio irreparable para los derechos de los palestinos y palestinas de Gaza. En este sentido, apoyamos la decisión de este tribunal, en la que se decretó que el Estado de Israel debe tomar todas las medidas a su alcance para evitar un genocidio, prevenir y castigar la incitación de conductas genocidas y garantizar la llegada de ayuda humanitaria urgente. Rechazamos cualquier proceso de limpieza étnica y no se deben tolerar las formas de castigo a la inocente población civil.
Como ya ha advertido la Organización de las Naciones Unidas, el desplazamiento forzado de población no se puede sostener desde el derecho internacional y tampoco debe permitirse el hambre como arma de guerra. La ONU también ha advertido del riesgo inminente de hambruna, que provocaría la muerte de miles de personas. Por eso, en este momento, la prioridad máxima tiene que ser la atención a las personas y la ayuda humanitaria incondicional en el territorio afectado por las acciones bélicas en la Franja.
La situación de crisis humanitaria y de barbarie que se vive en Gaza nos interpela directamente como seres humanos y como miembros de una comunidad universitaria comprometida y con valores. No podemos ser indiferentes: no hay nada más universitario que la paz. No hay lugar para una vulneración de derechos humanos, ni causa que justifique un castigo colectivo en la población civil en Gaza, ni razón que impida asegurar instalaciones como las escuelas, hospitales, templos, centros sanitarios y los campamentos de refugiados.
Por ello, la Universidad de Jaén muestra su dolor por las víctimas inocentes y condena todas las formas de violencia: las perpetradas por grupos terroristas y, también, las acciones militares israelíes y los ataques indiscriminados e injustificables que vulneran el derecho internacional y los derechos humanos, y que están produciendo miles de muertos, heridos y desplazados en la Franja. Las actuaciones bélicas de Israel, como las de cualquier estado, tienen que estar enmarcadas en el Derecho Internacional y el Derecho Humanitario.
Del mismo modo, la Universidad de Jaén también reclama la liberación de los cientos de personas secuestradas por Hamás, así como de aquellos miles de personas palestinas que están encarceladas injustamente sin pruebas ni cargos por Israel, muchos de ellos menores.
La Universidad de Jaén se suma al propósito de alcanzar la paz y volcar el esfuerzo en cimentar la convivencia pacífica entre palestinos e israelíes, dos pueblos que merecen vivir en paz. Por ello, hacemos un llamamiento a todas las partes para que cumplan el derecho internacional, cesen en sus actos de violencia y, ante todo y sobre todo, respeten los derechos humanos más elementales de una población civil indefensa. En consonancia con la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas el 25 de marzo de 2024, nos unimos a la petición a Israel de un alto el fuego inmediato y permanente y de que se garantice un acceso humanitario rápido y sin trabas, que permita la entrada en Gaza de suministros vitales.
Asimismo, la UJA expresa el compromiso de la comunidad universitaria jiennense con el único camino aceptable en el terrible conflicto palestino-israelí: el irrenunciable respeto a los derechos humanos, el fin de la guerra, la búsqueda de soluciones pacíficas y negociadas del conflicto y de vías de entendimiento que permitan alcanzar un acuerdo sólido y duradero sobre el que se edifique la convivencia próspera de ambos pueblos.
Por ello, es necesario activar de forma urgente un alto el fuego permanente, que acabe con la crisis humanitaria en Gaza y que permita construir las condiciones objetivas y las bases necesarias para poder iniciar negociaciones para lograr una paz justa, integral y duradera, y apostar por una resolución definitiva del conflicto, bajo el amparo de la comunidad internacional.
Del mismo modo, nos comprometemos a revisar y suspender los acuerdos de colaboración suscritos con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario.
También expresamos nuestra voluntad de intensificar la cooperación con el sistema científico y de educación superior palestino y ampliar nuestros programas de cooperación, voluntariado y atención a la población refugiada. Del mismo modo, solicitamos a las distintas administraciones públicas la dotación de recursos económicos para la recepción y protección de estudiantes y académicos palestinos, actualmente en situación de riesgo, y para la participación en la reconstrucción de las universidades de Gaza.
Es importante velar por que en el ejercicio de la libre expresión no se produzcan conductas, igualmente reprobables, de antisemitismo o islamofobia, así como a cualquier otro comportamiento de odio en el seno de las comunidades universitarias.
No podemos dejar de reiterar nuestro compromiso con la paz, la justicia, los derechos humanos y los valores democráticos. Son esos valores fundamentales de nuestra Universidad los que nos tienen que llevar a condenar todos los actos de violencia, que solo generan sufrimiento y más violencia.
Por la paz y la concordia; por la cooperación y el entendimiento entre los pueblos.